Editorial La Revista Peninsular
Andrés Manuel López Obrador y la ministra presidenta Norma Piña han acaparado la discusión pública durante esta semana. En el evento que se llevó a cabo por el 106 aniversario de la Constitución Mexicana, la titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en contraste con los demás presentes, se mantuvo sentada cuando el mandatario mexicano llegó a la mesa de presidium. Ésto generó comentarios a favor y en contra, así como controversiales posicionamientos del presidente.
Las tensiones entre ambas figuras habían comenzado desde hace unos días luego de que el presidente López Obrador reprochara que la SCJN no se atrevía a combatir la corrupción que hay en el Poder Judicial. A estos señalamientos, la ministra Piña contestó que se debían presentar pruebas en vez de lanzar acusaciones.
Con este antecedente, los titulares de los poderes Ejecutivo y Judicial se vieron las caras en el evento organizado para conmemorar el 106 aniversario de la Constitución. Cuando el presidente Andrés Manuel llegó al presidium, los demás miembros del mismo se levantaron de sus asientos para recibir al mandatario, excepto por la ministra presidenta pues se mantuvo sentada.
Este gesto fue visto como una demostración de independencia por parte del Poder Judicial ante el Ejecutivo, el cual fue aplaudido por diversas figuras. Sin embargo, no fue del agrado de todos, como de Jesús Ramírez Cuevas, vocero de Presidencia, quien reprochó en Twitter que la ministra no haya respetado el protocolo durante el evento.
Por su parte, el presidente López Obrador afirmó que le dio mucho orgullo el actuar de la ministra Piña pues se notó que los ministros ya no son empleados del Presidente como antes.
Posteriormente, el presidente aseguró que Norma Piña es ministra presidenta gracias a él, pues en el pasado eran los presidentes quienes elegían al titular de la Corte.
El hecho de que la ministra Piña decidiera mantenerse sentada a la llegada del presidente López Obrador fue una señal de independencia que es bien recibida por los distintos sectores de la sociedad pues el Poder Ejecutivo no ha ocultado sus intenciones de presionar al Poder Judicial; no obstante, refuerza la idea de que hay un ambiente de confrontación o tensión entre ambos poderes.
En cuanto a los dichos del presidente, si bien es positivo que haya optado por aplaudir en vez de atacar, sus comentarios sobre que gracias a él Norma Piña es ministra presidenta dejan en evidencia su poco conocimiento e interés sobre la lucha de los derechos de las mujeres, lo cual es lamentable.