Por: Dr. Víctor A. Pinto Brito.
Las protestas contra AMLO acaparraron la atención en el fin de semana y en estos días las manifestaciones contra Trump y la violencia en EU ha inundado los medios de comunicación y se ha escrito bastante sobre ello. Sin embargo en esta ocasión abordare un tema que no se ha mencionado mucho en los medios de comunicación tradicionales pero que es un reflejo del carácter dictatorial del actual gobierno federal y que no por ser algo intangible deja de ser de trascendental importancia. Me refiere a la iniciativa que votó Nuevo León la semana pasada para reformar su constitución en especial el artículo 3ro, para incluir en el texto el derecho preferente que tienen los padres de elegir el tipo de educación que deben tener sus hijos
A veces da la impresión de que Olga Sánchez cordero Secretaria de Gobernación es un adorno de la 4T, no figura en el ámbito de la política nacional. Desdibujada de los grandes temas solo ha servido como ariete para impulsar una agenda de sometimiento ideológico en el país. Desde el principio de la administración ya se veía venir por donde la 4t quería imponer este modelo, no en balde aquella declaración de querer “democratizar la familia” cuyo significado puede ser cualquier cosa que destruya desde dentro a este núcleo básico de la sociedad.
La semana pasada su injerencia en asuntos que solo le competen a los estados, movió la balanza para que en el Congreso de Nuevo León no se aprobara una iniciativa para reformar el artículo tercero de la constitución local y la ley de educación en el sentido de darle a los padres de familia el derecho que tienen de educar a sus hijos de acuerdo a sus propios criterios. La base de esta iniciativa proviene de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que en su artículo 26 dice en el numeral 3: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”
Veamos: el pasado 28 de mayo la cámara de diputados de Nuevo Leon estudió dicha iniciativa de ley, sin embargo poco antes llegó un comunicado de la Secretaria de Gobernación en donde “exhortaba” al congreso a no aprobar dichas modificaciones porque “despojan al estado de su rectoría constitucional para definir los contenidos educativos” además de que “afectan el interés superior de la niñez al restringir los derechos de niños, niñas y adolescentes a la educación sexual y el derecho a la educación laica”. Sin embargo unos días antes en Aguascalientes su congreso local había impulsado modificaciones parecidas que al final de cuentas si se aprobaron. El texto incluido decía asi: “La autoridad educativa estatal dará a conocer de manera previa a su impartición, los programas, cursos talleres y actividades análogas en rubros de moralidad, sexualidad y valores a los padres de familia a fin de que determinen su consentimiento con la asistencia de los educandos a los mismos, de conformidad con sus convicciones”.
Resulta curiosa la forma en que se dio la votación en Nuevo león: 20 votos a favor de la reforma, 12 en contra y 9 abstenciones. De los votos a favor 15 fueron del PAN, 2 del PT, 2 de MC y 1 del PES. De los votos en contra 6 fueron de MORENA y de las abstenciones 7 fueron del PRI que votaron en bloque lo que perjudicó grandemente el sentido de la votación porque aunque se obtuvo una mayoría pluripartidista, por ser reforma constitucional se necesitaba mayoría calificada. Es cuando se ve la mano de la Secretaria de Gobernación violando la soberanía de los estados.
Hasta acá vale la pena dos reflexiones: Primero el contexto y después las razones.
El contexto: De entrada durante las últimas semanas en algunos estados de la Republica, como comenté en mi colaboración anterior, se habían rechazado iniciativas para despenalizar el aborto lo cual se puede considerar un duro revés para la Sra. Olga Sánchez Cordero que es una de las principales impulsoras del aborto en el País.
Las razones: ciertamente cuando se habla de educación a nosotros los padres de familia nos interesa mucho los contenidos que se incluyan sobre todo cuando sea algo altamente susceptible de manipulación ideológica; quizá a mi como padre de familia no me interese lo que le van a enseñar a mis hijos sobre matemáticas, física, química etc, eso efectivamente se lo debemos dejar a los expertos. Es allá donde se debe considerar que la educación que imparta el estado deba ser científica. El problema reside cuando los contenidos son sobre sexualidad, valores y principios porque allá puede haber discrepancias muy notorias. Creo que en estos rublos el padre de familia debería tener la facultad de poder revisar dichos contenidos. En los últimos años la inclusión de contenidos anticientíficos de ideología de género ha sido una constante. Dicha ideología basada en una autopercepción que contradice ampliamente a la biología al considerar que no existen hombres y mujeres naturales sino que cada quien puede autoconstruir su género a su antojo, es un ejemplo paradigmático del por qué los padres de familia deben tener el derecho de revisar dichos contenidos. El tema da para mucho, por el momento nos queda el sabor amargo de habérsele negado este derecho a los padres de familia.
