México ya traía un estancamiento económico desde hace un año con prácticamente nada de crecimiento, y esta emergencia agravará aún más la situación del país en todos los estratos económicos y sociales.
El mensaje que dio ayer el presidente fue más ideológico que de recuperación. No hay confianza en sus decisiones y si existe mucho más incertidumbre respecto al rumbo que el país está tomando por no aplicarse las medidas que se necesitan. Prueba de ello es tenemos un dólar más caro y que semana tras semana rompe el techo de su precio.
En su mensaje no hubo nada nuevo y si se perdió la oportunidad histórica de sacar adelante al país en uno de los momentos más difíciles que atravesamos en décadas. De no tomarse las medidas necesarias los efectos no serán solo de este año sino que perdurarán varios más, generando estancamiento económico, pobre crecimiento y poca generación de empleos.
Este será de manera particular un año difícil. Tenemos que recordar que el gobierno federal realizó una serie de recortes este año en las participaciones a estados y municipios, lo que también deja indefenso a los municipios y gobiernos estatales en hacer frente a esta situación.
Toda la responsabilidad de la recuperación ante esta emergencia está cayendo de manera directa en los gobiernos locales y estatales, como en Yucatán, donde los gobiernos emanados del PAN están implementando una serie de medidas a través del Plan Estatal para Impulsar la Economía los Empleos y Salud de los Yucatecos.
Dicho plan tiene como objetivo apoyar a los yucatecos, especialmente a los más vulnerables, a afrontar esta difícil situación, así como también generar una rápida activación de la economía una vez superemos esta emergencia. Oportuno señalar que este Plan se ha puesto en marcha con recursos locales, lo que habla del compromiso y la preocupación del gobierno del estado por apoyar a los sectores que estarán siendo afectados por la emergencia.
Yucatán lleva la delantera en la toma de decisiones para enfrentar esta emergencia. Hace apenas dos semanas se anunciaron una serie de medidas fiscales de parte del Ayuntamiento de Mérida y de Gobierno de Yucatán para empezar a apuntalar a las empresas y a la sociedad para evitar la pérdida de empleos. De igual manera, y también con oportunidad, se pusieron en marcha una serie de acciones para disminuir los casos de contagio entre la población y, por supuesto, la pérdida de vidas humanas.