Por: Cristina Padín.
Iban a las tiendas de barrio, lo mejor y más divertido, y también las hacían en casa con ayuda de las tías, que eran auténticas magas de la artesanía. Les encantaba a todos aquella época de Adviento.. Y las postales que elegían eran preciosas…
A uno le enviaban una con el nacimiento de Jesús en tonos azules, tan purísimos; a otro le mandaban una tarjeta ambientada en tiempos antiguos con la figura del Cid en un recorrido navideño; a alguien una plaza de toros en la que niños recogían juguetes..
Cada postal estaba muy bien escogida.. y las palabras que escribían en ellas eran hermosas. Deseos de excelente Navidad y de un estupendo año, a pesar de que los tiempos se avecinaban difíciles siempre la esperanza y la ilusión en primera línea..
Uno de los de otro grupo dijo que sí, que ese año también se iba a animar a la linda costumbre de felicitar las fiestas… No lo haría, jamás compraría la tarjeta. Si lo hiciera olvidaría escribirla, o no hallaría tiempo para ponerle un sello…
El espíritu navideño de los que sí lo tenían sonreía feliz…
Vivamos con esencia la Navidad..
Dedicado a nuestras costumbres
Al toreo
A mi Luis
A Marta, Belén y Pablo
A Paty
A las personas con alma
A esta fecha