Por: Marco Antonio Cortez Navarrete.
Podría decir que esta semana, como muchas otras del pasado, el presidente de México continúa librando feroz batalla contra sus “adversarios”, no enemigos, como él mismo dice: “los conservadores y los fifís” amos y controladores de los medios de comunicación subrogados por la élite de élites que hizo del país un desastre durante el tiempo que gobernaron presidentes emanados del modelo político y económico llamado neoliberal.
No lo dudo, siendo sincero, ahí están los resultados, no tenemos que ser expertos investigadores, académicos y/o analistas para ver los resultados negativos de las administraciones anteriores. Los mexicanos, como bien dice AMLO, somos “sabios”…”el pueblo es sabio”, señala con mayor precisión el mandatario tabasqueño que ha tocado también como uno de sus temas principales las grandes desigualdades entre las regiones norte, centro y sur-sureste de México.
Esto es algo que también sabíamos y desde hace mucho, pero mucho tiempo. Y al parecer, este presidente, al que a veces noto sincero y hasta humilde pero en otras no, trata de emparejar la nación, hacerla horizontal, equitativa en lo económico, político y social. Cierto es que en el Norte, hay enormes capitales y poderosos grupos, en todo sentido, y resulta obvio, incluso, que en ocasiones vean al sureste como la cola del ratón o del elefante, da igual. Para bien o para mal, hoy en los corredores del Palacio Nacional -el mismo que alguna vez recorrí con mis hijos en una visita a la “capirucha”- está habitado por López Obrador y sus esposa y el más pequeño de sus hijos, hasta donde se.
Pero, pasando a la esencia de este artículo, creo que el tema más importante, fundamental, de fondo para todas y todos los mexicanos, es sin duda la pandemia de COVID-19. Todavía antenoche escuché a López Gatell, el mismo que se paseó por la colonia Condesa siendo aún positivo al virus; lo escuché decir con toda claridad que “NO SERÍA EXTRAÑO QUE EL PAÍS ENFRENTE UNA TERCERA OLA DE COVID-19 TAL Y COMO YA HA PASADO EN OTROS PAÍSES DE EUROPA, CITANDO CONCRETAMENTE ITALIA”, y es más, HABLÓ HASTA DE UNA CUARTA OLA de la pandemia, todo esto aún y con la vacunación que es otro de los puntos centrales de esta aportación.
Según las estadísticas del propio Gobierno de México, hasta el 18 de este mes de marzo se habían recibido 8 millones 160 mil 250 vacunas, de las cuales 3 millones 890 mil provienen de la Pfizer, en Bélgica; 870 mil de AztraZeneca; 3 millones de SINOVAC y 400 mil de Rusia (la famosa Sputnik V).
De este total, en el reporte técnico de ayer viernes, en palacio nacional, las autoridades sanitarias informaron que ya se aplicaron 5 millones 186 mil 751 dosis en todo el país. En este total, 674 mil 112 fueron para trabajadores sanitarios, miembros del personal educativo y personas de 60 años o más han recibido las dos dosis necesarias del esquema de vacunación para lograr la inmunidad. Además, 3 millones 645 mil tres personas adultas mayores de 60 años han recibido una primera dosis.
Entonces, si hay en bodega 2 millones 973 mil 499 vacunas, en general y apenas ayer viernes en la conferencia mañanera el presidente López Obrador agradeció el gesto de la administración Biden que la semana próxima enviará a México 2 millones 700 mil dosis de vacunas contra el coronavirus de AztraZeneca, prestadas, México acumulará 5 millones 673 mil 499 vacunas para COVID-19, las cuales, señores y señoras, deben aplicarse con urgencia, porque la gente continúa muriendo víctima del virus que amaga con volver y aun con mayor fuerza y devastación, tal y como predijo López Gatell.
Entonces hagamos a un lado distractores y cortinas de humo políticas de todos colores y sabores y agarremos al toro por los cuernos. Antes el problema es que no habían vacunas, que no se habían creado y hoy ya las hay; de Estados Unidos, China, Rusia, India y otras naciones, incluso latinoamericanas como Cuba que ya trabajan en dos biológicos que están en la fase tres experimental y que en cualquier momento saldrán al mercado.
Y por cierto, ¿México?…¿qué están haciendo los integrantes del enorme grupo de científicos niveles 1,2,3…y no se cuántos grados más del SNI (Sistema Nacional de Investigadores)?. ¿Alguien ha escuchado a la titular del CONACYT? ¿Saben cómo se llama?…¿Hay al menos una propuesta o un proyecto de vacuna contra COVID-19?.
Por ahí leí que académicos de la Universidad Autónoma de Querétaro y el Instituto Politécnico están haciendo algo al respecto…¿pero? ¿son estas todas las instituciones de educación superior públicas y privadas?, ¿son todos los centros de investigaciones públicos y privados, los mismos que mandan por temporadas largas, cortas y medianas a sus expertos a realizar estancias de investigación o de educación continua a las mejores instituciones del mundo?….
Pobre México, como dijo el buen AMLO, “tan lejos de Dios”… y, aquí yo acuño, “tan cerca del infierno….”
En resumen, más con lo mismo… y no hablo de la institución donde trabajé 35 años años, porque luego me dicen que ya “no la quiero”….
Hasta la próxima.
Cuídense porque en las zonas urbanas, sí, las más pobladas la vacuna, calculo, llegará poco antes de las elecciones. ¡ups!…
Saludos.