Cada 23 de septiembre las velitas acuden a su cita con fidelidad y fervor. Encienden los anhelos y las esperanzas y los miedos de cada ser que cree en ellas. Las velitas son portadoras de fe y de ilusión, también de tradición, y son caminantes en un camino nocturno de luz y de oración, de paz y de emoción…
Las velitas son el cortejo de la Virgen de la Merced..
Cada 23 de septiembre las velitas susurran en cada rezo y en cada pensamiento. Van en peregrinación hasta el Monasterio de Poio, y son el alma, son la piel, son cada caricia, son el corazón, son la lágrima, son el suspiro. Agarran fuerte cada sensación y deslizan en sereno silencio la belleza de las intenciones. Las velitas son sonrisas de Dios…
Tantas noches hemos hecho este peregrinar tan lindo
Dedicado a mi querida abuela, su luz es ahora una vela encendida para nosotros
A mi familia
A mi amiga Ana, que es mi familia
A Luis: mi tesoro
A mis grandes amigos
A mi mamà: Mercedes
A mi querida María
A la fe y a las tradiciones