Por: Jacob José Rodríguez Calderón.
En días pasados nuestro presidente electo Ándres Manuel López Obrador, mencionó en su gira de agradecimiento que México se encuentra en Bancarrota con respecto a la política neoliberal aplicada en los últimos años en México. Ante esto surgió una polémica entre personas que matizaban sus comentarios y otros que cuestionaban el trasfondo de estos, para lo cual entre muchos lectores y amigos se ha hecho la duda con respecto a la situación económica en la que se entrega el país al presidente entrante y cuál es el contexto al que se va a enfrentar la nueva administración.
En primer lugar señalar que la bancarrota, definida como la incapacidad de un gobierno de hacer frente a sus obligaciones, está muy lejos de la realidad mexicana. Esto debido a que el gobierno cuenta con capacidad suficiente para hacer frente a sus obligaciones tanto en el corto como en el mediano plazo. Para revisar esto, podemos tomar de referencia el indicador de Riesgo País, elaborado por JP Morgan, el cual es un barómetro en los mercados emergentes para precisar los puntos de riesgo adicionales de invertir en bonos del gobierno mexicano, que son considerados con una prima adicional de riesgo, contra los bonos del gobierno Norteamericanos, que son considerados activos libres de riesgo.
El 21 de septiembre del 2018, México registró un riesgo país de 183 puntos, en comparación a su similar Argentina, que registró 588 puntos. Con lo cual los mercados financieros nos están considerando mucho más confiables a la hora de hacer frente a nuestras obligaciones en comparación al gobierno de Argentina. Han existido momentos, en el que México presentó un Riesgo país elevado, como sucedió durante la crisis del 2008, cuando el 23 de octubre del 2008 el indicador arrojo 604 puntos, en los cuales se reflejaba el riesgo de impago del gobierno mexicano ante el contexto de crisis económica de aquel entonces. Por lo tanto estimado lector, de acuerdo a esta valorización de la calidad crediticia del país, se ve lejos la bancarrota financiera.
Sin embargo hay que señalar que no todo es color de rosa para el gobierno entrante, ya que las finanzas del país a pesar de ser estables presentan retos que van a tener que enfrentarse no desde el punto de vista de campaña, sino desde acciones de gobierno. Por ejemplo, el déficit público es algo que si tiene que preocupar y mencionó esto porque durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, el déficit incrementó a cerca de 50 puntos porcentuales con respecto al PIB, desde el inicio de su gestión en diciembre del 2012 cuando recibió al país con 34.3 puntos porcentuales respecto al PIB.
¿Qué puede indicarnos esto? Estos números nos pueden dar una pista de que a pesar de los múltiples ofrecimientos de campaña, se tendrá actuar con cautela, tener una política recaudatoria eficiente y estabilizar o disminuir la deuda pública. Esto con el objeto de apuntalar los cimientos macroeconómicos sobre los que descansa la estabilidad financiera del país. Por lo tanto estimado lector hay que estar pendientes de lo que ocurra el próximo año en el tema fiscal, ya sea para opinar o para tomar postura con respecto al accionar del nuevo gobierno.
Y para concluir el tema, en el pensamiento le dejo esto entre líneas, personalmente yo no descartaría una reforma fiscal. Así que duerma tranquilo y sea feliz.
Tabla de la Deuda Publica. Tomado de: Las finanzas públicas y la deuda pú
blica a abril del 2017. SHCP. https://www.gob.mx/shcp/documentos/las-finanzas-publicas-y-la-deuda-publica-a-abril-de-2017
