Por: Bernardo Graue Toussaint.
Correo: graue.cap@gmail.com
@bernardo_grauet
Antes que nada, quiero aclarar que no tengo ninguna
animadversión con la senadora María Lilly del Carmen Téllez García, mejor
conocida como Lilly Téllez.
Reconozco que la senadora por Sonora tiene
indiscutibles méritos políticos, empezando por haber tenido la valentía de
abandonar la bancada de MORENA en el Senado de la República, así como sus
demostradas dotes políticas, mediáticas y de oratoria.
Hecha la pertinente aclaración, me sorprendió que hace
unos días apareció en diversos medios informativos la nota relativa a un
presunto “destape” de la senadora como aspirante a una candidatura a
la Presidencia de la República en los
comicios del 2024. En dicha información, se destacaba la declaración de Lilly
Téllez:
“Si yo fuera Presidenta no hay nada que me
gustaría más que meter a prisión a López Obrador, a su gabinete y a otras
personas” (fin de la cita)
A ver, a ver…
Si hay alguien que desea que, algún día, AMLO y determinados
colaboradores sean juzgados por diversos delitos cometidos, es el que escribe
estas líneas. Estoy seguro de que ese día llegará. Por lo mismo, comparto ese
deseo de la senadora por Sonora de que algunos personajes de la actual
administración federal deban de enfrentar diversas responsabilidades legales en
su contra.
Sin embargo, considero que el hecho de que Lilly
Téllez sea considerada como una legisladora “entrona” o
“valiente oradora” no le otorga credenciales o aptitudes suficientes
para ocupar el cargo de Presidente de la República.
Lo tengo claro. Yo no votaré en el 2024 por quién me
prometa “entambar” (meter en la cárcel) a AMLO ni a nadie. Ese no
debe ser el eje central de una plataforma electoral de un candidato o partido
político. No votaré por quién me prometa una revancha de rejas carcelarias.
Yo votaré en 2024 por quién me ofrezca:
1.-Un programa convincente de reconstrucción nacional,
dados los graves daños producidos por esta administración.
2.-Un programa de concordia entre mexicanos.
Necesitamos revertir el clima de división y enfrentamiento social que el
gobierno de AMLO impulsó durante su gobierno.
3.-Una propuesta sensata de seguridad pública.
Necesitamos garantizar que el Estado mexicano proteja a las mayorías pacíficas
del embate de las minorías violentas. Punto.
Estoy convencido de que México merece un candidato o
candidata presidencial que sea:
A.-PROFUNDAMENTE RESPETUOSO(A) POR LA DEMOCRACIA.
B.-FIRME.
C.-MESURADO(A)
D.-CON PLENO APRECIO Y APEGO A LA LEGALIDAD.
E.-QUE SEA CLARO(A).
F.-QUE EVITE DECIRLE A CADA AUDITORIO LO QUE CADA UNO
QUIERE OÍR.
Puedo entender las buenas intenciones de la senadora
Lilly Téllez, sin embargo, considero que el país no requiere una carrera de
relevos en materia de demagogia. México merece un candidato o candidata que
unifique en lo esencial a la nación. México necesita una campaña electoral que
convoque a la participación pacífica de todos los mexicanos para revertir los
graves daños producidos por esta administración. México requiere una campaña de
palabras sensatas, no una competencia de insultos, improperios, insolencias,
mofas o falsedades.
¿Quién debe ganar la candidatura a la Presidencia de
la República? No lo sé ni me corresponde resolver esa duda. Sí considero que lo
que se debe de evitar es caer en la trampa de que el destino de México se ponga
en manos de “entrones” ni de quienes juren revanchas. Suficiente
sufrimiento humano ha tenido nuestro país para darle continuidad a la violencia
verbal o física que prevalece hoy. Es hora de que apostemos por el sentido
común, por la sensatez y por la mesura. La democracia mexicana lo requiere hoy
más que nunca.
