El Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega pidió públicamente a todos los sacerdotes de la Diócesis, apegarse a las normas establecidas para el ejercicio del culto religioso católico y evitar prácticas ajenas al ley en base al Derecho Canónigo.
De manera directa, Monseñor Rodríguez Vega hizo referencia a cambios que los presbíteros realizan sin permiso en las ceremonias religiosas, contraviniendo las leyes establecidas por la jerarquía católica. El Prelado comunicó al sacerdotes y diáconos establecidos la obligatoriedad de seguir sin distinciones las tareas establecidas en los ritos religiosos.
De manera particular, Rodriguez Vega señaló la celebración eucarística, donde expresó se han cometido abusos en dichas celebraciones. Ahí el dirigente religioso exigió a la curia cumplir las normas vigentes y “a suprimir cuanto desdiga de la fe cristiana y su celebración. No olvidemos que «La reglamentación de la sagrada Liturgia es de competencia exclusiva de la autoridad eclesiástica; ésta reside en la Sede Apostólica y en la medida que determine la ley”. suscribió.
“Por lo mismo, nadie, aunque sea sacerdote, añada, quite o cambie cosa alguna por iniciativa propia en la Liturgia”, afirmó.
El líder religioso yucateco también pidió a los sacerdotes por ningún motivo permitir que feligreses y ajenos toquen la custodia eucarística, ya que es una costumbre ajena al culto eucarístico. Este acto, afirmó contradice la milenaria tradición de la Iglesia, que desde siempre ha guardado el máximo amor y respeto a las especies eucarísticas.
El Arzobispo de Yucatán también llamó la atención de los sacerdotes que durante la comunión entregan la hostia en la mano. Y refiere: “la Santa Sede a partir de 1969, aunque manteniendo en vigor para toda la Iglesia la manera tradicional de distribuir la Comunión, acuerda a las Conferencias Episcopales que lo pidan y con determinadas condiciones, la facultad de distribuir la Comunión dejando la hostia en la mano de los fieles”.
“Al distribuir la sagrada Comunión consérvese la costumbre de depositar la partícula de pan consagrado en la lengua de los que reciben la Comunión, que se basa en el modo tradicional de muchos siglos” , acotó.
Además, Rodríguez Vega hace un llamado a todos los sacerdotes a mantener y respetar los actos sacramentales ya que, explicó, entre los instituidos por la Iglesia para el bien pastoral del pueblo de Dios, la celebración de las bendiciones ocupa un lugar característico.
Con esta disposición, se ha promulgado ya para México desde el 7 de mayo de 1986, el Bendicional como libro litúrgico con las bendiciones aprobadas, de tal manera que “para asegurar la plena eficacia de los sacramentales, es necesario que los fieles se acerquen a la sagrada liturgia con recta disposición de ánimo.
Para evitar confusiones que puedan llevar a los fieles a una comprensión errónea del sentido de los sacramentales se pide encarecidamente a los diáconos y presbíteros de esta Iglesia de Yucatán:
- Evítese la bendición y el uso de aceites con fines similares al Óleo de los Enfermos que se bendice exclusivamente según el Ritual de Bendición de Óleos en la Misa Crismal.
- No teniendo sustento en la práxis litúrgica ni sacramental de la Iglesia, evítese también el uso de lociones, cremas y bálsamos que circulan entre las personas como si tales objetos produjeran sanación o curación.
- Evítese emplear el término “sacramental” para aplicarlo ambiguamente a cualquier realidad material, pues la idea de que “Dios salva por contacto”, es reflejo de una mentalidad mágico sacramental y una falta de catequesis que profundice en la revelación dada por Dios en Jesucristo.
- En cuanto a la práxis de “exorcizar” agua, aceite y sal, el Bendicional vigente no las contempla, pues la reforma litúrgica fue clara al señalar el necesario retorno a la práctica más antigua, sencilla y sobria de las celebraciones litúrgicas, tanto en las bendiciones de las personas y los objetos, como de los exorcismos, afirmó el dirigente católico.