Cuando llegaron a Santiago hacía frío y la ciudad apareció envuelta en niebla. Era el último día de diciembre. Si V, C, M y P hubieran llegado hoy se encontrarían los atardeceres perezosos a las diez y cuarto de la noche y una localidad calurosa y soleada, viviendo al compás de junio. Junio: qué bonito eres!
Caminar para llegar a alguna parte es honradez..
Cuando llegaron a Santiago V, C, M y P habían disfrutado el silencio de los silencios, y el sonido hermoso de las palabras. Hablaron tantas cosas! Si C elogiaba la prosa de Proust M evocaba tardes de toros en El Puerto de Santa María, donde siempre hay que ver toros, V escuchaba flamenco, P mencionaba Ronda.
Lo que unía a los cuatro caminantes, más que nada, era el deseo de llegar…
Llegar con la verdad. No hay otra forma de hacerlo..
Dedicado al Camino
A los que caminan de verdad
A M, P, V y C
A los lectores y a los escritores
Al toreo y a los toros en El Puerto de Santa María
A Luis
Al flamenco
A Santiago
A llegar: con honradez y ley