Reflexiones en voz alta, por: Carlos Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com / @capetillocampos
Todos los gobernantes tanto a nivel
municipal como estatal y nacional, de cualquier partido que sean lo primero que
hacen es modificar la Ley Orgánica de la Administración Pública de su nivel,
como si con eso se resolvieran los problemas.
Los argumentos que utilizan siempre son
los mismos: que las dependencias duplican funciones y programas; que hay exceso
de personal de confianza; que hay demasiados trámites burocráticos que
entorpecen la creación de empleos y tal parece que no resuelve ninguno de los
argumentos, ya que siempre son los mismos.
Otro de los pasatiempos favoritos del
gobernante es la generación de leyes y a veces ante éste cúmulo de iniciativas
nos preguntamos si de verdad se necesitan tantas leyes o lo que se necesita es
cumplirlas, respetarlas. Y no solo me refiero a las leyes llamadas secundarias,
sino las modificaciones a la propia Constitución, nuestra Carta Magna, que ya
se acostumbró a tantas violaciones que hasta se extraña cuando se mantiene
virgen.
Y los funcionarios entrantes, con demasiada
premura, culpan a los que se van de todos los males del país y esto recuerda
que un presidente entrante le pide consejos al Presidente saliente y éste le
dijo que en su escritorio le dejó 3 sobres numerados y cuando tuviera problemas
abriera el primer sobre y así con el segundo y el tercero.
Así lo hizo el Presidente en funciones y
encontró que en el primer sobre solo estaba escrito: Échame a mí la culpa.
El segundo sobre decía: cambia a tu
equipo.
Y el tercer sobre decía: haz tus sobres
Nada más que con las características del
Presidente Electo, que alcanzó su sueño de siempre, en este tiempo de
transición llena de declaraciones y acciones, propias del Presidente en
funciones, pero que por extraña razones prácticamente ha desaparecido no solo
del panorama político sino del ejercicio pleno de sus funciones, lo que
refuerza la opinión de un entendimiento entre los Presidentes entrante y
saliente, que incluye un manto de protección al ejercicio del gobierno
saliente.
Y la Ley Orgánica Federal ya tiene la
aprobación de la Cámara de Diputados, que se encontró con la oposición de un
grupo de diputados obviamente de los partidos opositores, por lo que el
Presidente al asumir sus funciones ya tiene el marco legal para operar su
gabinete tal y como lo desea y que piensa que así funcionará su gobierno para
el cumplimiento de sus promesas al pueblo de México.
Y debe tener presente que el pueblo de
México cada sexenio renueva sus esperanzas de que el electo les cumpla, aunque
sea una parte de las promesas que lo llevo a ganar el voto y ser depositario de
las esperanzas de los mexicanos.
Y debe tener pendiente que hay muchos
factores que inciden entre su orden y el cumplimiento.
Si no que le pregunte al gobierno de la
Renovación Moral, que pensó que con la Contraloría General de la Federación
resolvería el problema de la corrupción, que desde entonces es una de las
principales demandas de la sociedad.
Y el equilibrio de los poderes es una de
las principales ayudas que un gobernante puede recibir.
La autonomía del Poder Judicial y del
Legislativo será el mejor regulador del poder presidencial y le hará mucho bien
al Presidente y al pueblo de México.
Te saludo cordialmente.
