Por: Jorge Valladares Sánchez.*
En Facebook y en Youtube: Dr. Jorge Valladares.
Lo Primero es la Salud
… ¿y los medicamentos, ‘Apá?
Salud, dinero y amor, decía la canción. Lo primero es la salud, decimos actualmente ante la carencia del segundo y la complicación del tercero. En ambos casos va primero, y tal vez sea por la idea de que teniendo salud todo lo demás se puede.
Sin embargo, como tantas y tantas palabras en esta maldita posmodernidad, cada cual entiende en ello lo que quiere o lo que superficialmente parece. Desde la respetable OMS que extendió hace décadas la idea antigua de ausencia de enfermedad y la elevo a un estado pleno de bienestar, hasta el poder levantarse y sobrevivir que es la realidad cotidiana de cientos (de miles) de compatriotas. Bueno, hasta al chocar los vasos (ya ni siquiera copas) hacemos alusión a la salud.
Remedios caseros o de la abuela; echarle ganas; aguantar que al rato se pasa; una sobadita VapoRub, que hasta el CoViD cura; otra sobadita, aunque sea sin VapoRub; sopita de pollo para el alma; bueno, mi mamá nos daba manzanita sol y mis niñas piden cremita o una curita y con ello siguen adelante.
Y eso sin meternos a las otras facetas de la salud, las que tienen que ver con ese estado general con el que funcionamos. Las dietas que mensualmente iniciaremos, por la figura y no por la nutrición; el programa de ejercicio que anualmente pagamos y demuestra que estamos realmente decididos/as a cambiar; la eliminación de gente “tóxica” que tanto prometemos en face, a cambio de unos cuantos likes, que dejaríamos de recibir si cumpliéramos la amenaza…
Pero, en casa, tal vez, o en la familia amplia, todos tenemos alguien a quien por más que comparta esta cultura dispersa de lo que es la salud, día a día experimenta su antítesis: la enfermedad. Con constante dolor, riesgo creciente y en casos extremos la inminencia de la muerte ante la dependencia de medicamentos, atención o equipo médico. Allí donde ni el remedio ni la esperanza son suficientes, se necesitan, por lo menos, dos actitudes: la claridad de que la salud es un derecho, que corresponde a la autoridad cumplir y la conciencia de que todos (enfermos o no) tenemos que hacerlo valer.
Si no es tan claro lo que digo o parece distante a tu realidad, prueba pasar, sólo pasar, por el acceso de urgencias de nuestros Hospital O’Horán o el servicio púbico que te quede más cercano, y mira… ni siquiera te pido que entres; sólo imagina que es un familiar (o tú mismo/a) quien tuviera que estar allí. Y, entonces calcula, pues el impacto de verlo es demasiado, la situación de quienes tienen que estar dentro por semanas. O peor, quienes no pueden estar dentro, por falta de cobertura del servicio, y desde sus casas enfrentan más que una emergencia, una enfermedad crónica, desprovistos de medicamentos, atención o equipo de los que depende su vida, o por lo menos su calidad de vida.
Hoy comparto que existe un movimiento en nuestro México que está procurando hacer algo al respecto; se llama #CeroDesabasto y focaliza el tema de los medicamentos y el problema que la persona a la que contratamos como Presidente puso de moda al eliminar de tajo el sistema de abastecimiento en los servicios de salud, con el objetivo declarado de erradicar la corrupción que se acusa había y para muchos parecía evidente.
La situación de familias que tienen niños enfermos de cáncer y el efecto de la falta de provisión de medicamentos es sólo la cara, hoy visible, de una problemática que data de muchos años atrás, que afecta a millones de familias en nuestro país y que tendría que estar progresivamente en camino de solucionarse por la autoridad. Estamos cada vez más lejos de eso.
Andrés Castañeda lo plantea de este modo: “La política es de nosotrxs, las mamás y papás de los niños con cáncer, quienes vivimos con diabetes e hipertensión, los pacientes postransplantados, quienes vivimos con alguna enfermedad de baja prevalencia y de todas las personas quienes usamos el sistema de salud. La política es de los miles de mexicanas a las que no se nos surten efectivamente nuestras recetas, de la sociedad civil, y de las miles de profesionales de salud. La política es de nosotroxs y por eso es que nos hemos organizado en el Colectivo Cero Desabasto desde hace ya más de dos años integrando hoy un grupo con más de 63 organizaciones y grupos de pacientes”.
Se refiere a una de las principales causas en las que Nosotrxs por la Democracia, A.C. procuramos combinar la disposición de ciudadanos/as de todo el país para que #EnBola nos aseguremos de tener todos los derechos al acceso de todos/as las personas. Y en ese andar se han sumado más de 80 organizaciones ciudadanas y hay el espacio para que en lo individual o colectivo nos integremos a exigir y defender ese derecho humano, a la salud, a la vida.
Te invito a contactarnos para unirte si el tema te importa o estás en una organización que va en el mismo sentido. Podemos hacer mucho más y más rápido si combinamos nuestro hacer. Urge una solución a esto, lo sabes y lo sabemos.
Los números concretos y la panorámica del alcance de la situación está objetiva y claramente documentada en lo que se llama la Radiografía del Desabasto: Informe de Transparencia en Salud 2017-2021, disponible en la página nosotrxs.org y otras.
Entre la polarización imperante en México no cabe este tema, no podemos permitirnos eso también. Quienes lo padecen lo saben y no han tenido respuesta; quienes tenemos la fortuna de no padecerlo, tenemos que ser sensibles a esta situación, incluso por el mezquino motivo de que nos puede llegar a afectar.
El problema viene de sexenios. Sí parece evidente la corrupción en el sistema preexistente, pero nada hay que nos indique que se investigó, juzgó y castigó a quienes fueran responsables. Eliminar el sistema existente, lejos de solucionar algo, agravó el desabasto de manera casi criminal y hay nuevas señales de corrupción ante ese caos. Pero el tema es que, como en todo lo que es prioritario para nuestra gente: la autoridad tiene que disponer una solución, y ante la falta de ello, la ciudadanía tiene que mantener una firme y efectiva exigencia para que lo haga.
En el mensaje que dio Andrés Manuel en el Zócalo al cumplir tres años de gobernar afirmó que se ha garantizado la salud pública. No es broma, eso dijo. Prometió que desde enero las fuerzas armadas distribuirían medicamentos para llegar a todo el País y antes de terminar su mandato cualquier persona será atendida con médicos, especialistas, estudios y medicamentos gratuitos. Yo no creo que ni siquiera él lo crea, aunque sé que hay quien sí cree que al menos él lo cree. Pero el punto es que todo el sistema de salud, bajo su autoridad, tiene que empezar a hacer lo correcto. Quienes creemos que las cosas están peor en ese tema unirnos en la exigencia y en solidaridad con quienes padecen los efectos. Y quienes creen que las cosas van mejor que nunca o que es entendible que las cosas estén como están, pero van a mejorar, apoyar, solidariamente, que se cumpla (al menos le eche ganitas a intentarlo) la promesa de que cualquier persona tendrá lo que todos merecemos tener, al menos en esa materia tan vital.
Como afirma Andrés (Castañeda, no el otro) el desabasto sí es un tema político, nos importa o debe importar a todos que es lo que significa correctamente la palabra; pero no de politiquería, que es lo que hacen quienes insisto en llamar los políticos/as perennes, incapaces de entender que al ganar el puesto deben quitarse la playera de color, ponerse la de servidor público, y ganarse el siguiente puesto con resultados.
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*Jorge Valladares Sánchez
Papá, Ciudadano, Consultor.
Representante en Yucatán de Nosotrxs por la Democracia, A.C.
Coordinador Nacional de Red Cívica Mx, A.C.
Doctor en Ciencias Sociales.
Doctor en Derechos Humanos.
