Por: Carlos Mena Baduy.
De repente el tratado comercial se quiere renovar rápidamente, muchos piensan que el nacionalismo de AMLO, muy parecido al de Trump, haría imposible su culminación porque existen puntos que no salen a la luz pública y son importantes a miles de Pymes, es decir, AMLO cedería menos que el equipo de Peña Nieto pero aunque el TLC no benefició a las Pymes sigue siendo un símbolo de confianza en la inversión norteamericana muy importante para la estabilidad financiera mexicana a largo plazo.
En todos los noticieros se mencionan los puntos que impiden su conclusión, son: la cláusula de terminación cada 5 años, el contenido regional de la industria automovilística y que las controversias sean en tribunales americanos, esta última es calificada por muchos como ventajista y parcial.
Pero a las Pymes no les interesa la industria automotriz como el tema de las compras por comercio electrónico que no pagan IVA cuando vienen del exterior y que tocan sectores industriales tan diversos que han afectado a miles de empresas con la importación de productos cuyo origen no pagan impuestos patronales, ambientales y muchos otros costos que representan una competencia desleal y que se venden en grandes tiendas nacionales.
Trump, como lo he mencionado en artículos anteriores, iba enfrentarse con China por ser la causa de la desaparición de miles de industrias en su país, porque si bien se queja de los bajos salarios de México en China se queja de los subsidios, violación a propiedad intelectual, salarios y otros puntos que causan esos precios bajos.
Otro tema, Estados Unidos quiere que México suba los salarios, pero es imposible con la importación de productos asiáticos y las prestaciones laborales a cargo de las empresas mismas que en Estados Unidos y Canadá no tienen. En México el 57% de los empleos son informales, les expongo los números, 52.5 millones de personas trabajan en México y 20 tienen seguro social, es decir, 32.5 no tiene ni prestaciones laborales ni acceso a la salud, de ahí solo el 20% les pagan salario mínimo o sea 6.5 millones, si les suben el salario le aumentan los costos a las empresas por impuestos a la nómina y prestaciones a cargo de estas, eso provoca que los saquen de la nómina y les paguen “por fuera”.
El proteccionismo no es la solución, es decir, no es favorable que el TLC termine, pero tampoco que sea un salvoconducto para la importación de mercancías que a todas luces son más baratas por las razones expuestas, pero en México tampoco podemos producirlas porque el gobierno tiene manipulado el mercado para unos cuantos empresarios por concesiones y sobrerregulaciones.
Otro tema son las compras gubernamentales, Estados Unidos quiere que las propias tengan preferencias sus industrias locales, punto que aplaudo ya que las compras públicas son un elemento de dispersión de la riqueza nacional de cualquier país.
La economía y productividad es cosa de Pymes que son la espina dorsal del empleo y el PIB del país, que pena que en los noticieros nacionales y los columnistas quieran solucionar en minutos los temas macroeconómicos con tipos de cambio, precio del petróleo y tasas de interés y nadie toque el problema de la microeconomía y el mercado concentrado, Trump con todo su personalidad si lo entendió.
Es triste, mexicanos van a Belice en la frontera a comprar llantas, cemento, medicinas, licor y otros productos de México más baratos que en nuestro país. La Secretaría de Economía en las industrias, Cofepris en medicinas y químicos y CNBV en bancos han limitado la competencia a pocos y el sobre precio lo pagamos todos los días todos los mexicanos.
