Por: Ismael Méndez Camargo.
En toda actividad de la vida, como en las administraciones públicas existen aciertos y errores, pero al final de cuentas, lo importante es hacer un balance de los resultados para normar un criterio al evaluar que se hizo, como se hizo y cuales son los beneficios, permanentes o pasajeros, así como también es importante después de analizar a conciencia, la maneja de sugerir, pues todos tienen el beneficio del derecho de petición a nuestras autoridades, tal y como se plasma en el artículo ocho de nuestra constitución mexicana, siempre y cuando se haga de manera escrita, pacífica y con respeto, indicando con precisión el motivo de la solicitud a la autoridad, así como esta misma tiene la obligación de contestar, independientemente de realizar una petición.
De igual forma aplica a un funcionario público que requiera ser atendido para cualquier tipo de acción comunitaria, pues con el oficio respectivo existe una constancia del trámite solicitado, por eso es muy necesario que sea por escrito, pidiendo también el acuse de entregado, con la fecha y el nombre de la persona quien recibe el documento, que siempre tendrá un número de folio para dar seguimiento a lo que proceda en el caso correspondiente, también es conveniente recalcar la forma de hacer llegar la misiva, pues la autoridad puede abstenerse de recibir cualquier escrito, si no se realiza en el momento adecuado, con educación y sin interrumpir actos públicos, pues así es muy probable que no haya persona autorizada a recibir y que selle cualquier tipo de oficio.
Todo esto viene a colación porque muchas personas gustan de interrumpir los actos públicos, buscando notoriedad y ser atendidos, cosa que hacen por ignorancia del procedimiento, causando perjuicios a los funcionarios correspondientes, tal como sucedió hace algunos días en la sesión de cabildo del ayuntamiento de Mérida, donde se presentó sin aviso y autorización el comisario de San José Tzal y se puso a entregar unas carpetas a dos regidores, que estaban sentados, después de la baranda que divide las sillas de visitantes y la mesa de todos los ediles ahí presentes, situación que molestó de sobremanera al alcalde meridano Renán Barrera Concha, quien exigió de manera fuerte y contundente, que no se podía interrumpir la reunión, pero en ningún momento pidió con groserías la salida del comisario y se le indicó que sillas podía ocupar para no interrumpir la orden del día.
Cabe mencionar que todos los comisarios de los municipios de Yucatán saben cuál es la manera para ser atendidos con el debido protocolo que corresponda, pues cuando toman posesión los alcaldes, se les instruye del procedimiento correspondiente para ser atendidos. Sabemos todos los que conocemos el derecho general que los municipios están basados en el artículo ciento quince de nuestra carta magna, tienen la obligación de proveer los servicios municipales básicos de su comunidad, los cuales en las grandes ciudades han rebasado lo que indica el citado artículo, pues ahora los ayuntamientos, realizan más funciones que las indicadas en la constitución política de México, ya que ahora atienden asuntos de salud, cultura, educación, vivienda básica, promoción de empleos etc. Como también está muy claro lo referente al derecho de petición.
En el caso de Mérida, desde principio de los años noventa, con la administración de Ana Rosa Payán Cervera se inició una era de prosperidad en los servicios públicos mediante acciones olvidadas por las administraciones municipales del PRI, quienes tenían muy abandonada la ciudad con grandes adeudos públicos y un lamentable estado de luminarias, calles llenas de baches y abandono de parques, entre otras cosas, amén de gastos no comprobados del erario emeritense que trajeron posteriormente el encarcelamientos del alcalde y su tesorero. Desde entonces desde hace más de treinta años con gobiernos del Partido Acción Nacional se ha iniciado una buena laboral de los alcaldes emanados de dicho partido a excepción de un fatal mini período de la arquitecta Angélica Araujo Lara, quien era apoyada por la gris administración de la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.
Es conveniente señalar que realizar del derecho de petición por escrito es lo más adecuado para ejercer una solicitud de cualquier índole, con las premisas que indica la ley, siendo que de ninguna manera es válido violentar actos públicos, como puede ser la interrupción de una sesión de cabildo como sucedió en la reunión de regidores del ayuntamiento de Mérida, como tampoco es válido que los ediles de la oposición hablen pestes del alcalde, cuando muchos de ellos en sus anteriores puestos y encargos han sido corruptos, groseros y prepotentes, principalmente los priístas y los del partido MORENA, que tienen mucha cola que les pisen. Se tuvo que decir y se dijo, cuentas claras, relaciones largas.
