Era una rosa blanca de esas que se regalan a la gente que importa y que se quiere, blanca de color blanco, el de la pureza y la verdad y lo que es bonito.
Era un mar plateado como la plata del cielo y de los hombres del toreo y de la Luna y del arte…
Era un día septiembre dorado como el oro del sol y de los vestidos de luces y de lo que vive en el corazón y de lo que late al compás flamenco…
Era rosa como el capote mago, rojo como la muleta torera, azabache como los trajes goyescos y rondeños, era así.
Eran colores del torero en alma, sensación y canción…
Dedicado a mi mago
A los genios
A Carmen, en Zaragoza aplaudimos
A Itziar
A los toreros de plata
A mi Luis
A Ronda
A las sensaciones