En la Pantalla, por: David Moreno.
A finales de los años 50 del siglo pasado las dos potencias que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial se embarcaron en una gigantesca empresa: poner a un hombre en el espacio. La carrera espacial protagonizada por la entonces Unión Soviética y los Estados Unidos fue uno de los epítomes de la Guerra Fría, la competencia por cual de los sistemas políticos y económicos dominantes en el mundo sería el primero en traspasar las fronteras de nuestro planeta se convirtió en una obsesión a ambos lados de la cortina de hierro. Había que demostrar que los principios esgrimidos por los bandos en disputa eran lo que podían lograr tal hazaña, cualquier otra cosa significaría un rotundo fracaso.
Los Elegidos Para la Gloria (The Right Stuff) aborda el inicio de la carrera espacial desde el punto de vista de los Estados Unidos. Se trata de una serie que explorará las dificultades con las que se creó la Agencia Espacial Norteamericana, las dudas que existían en Washington sobre el proyecto y particularmente sobre el proceso de selección de quienes serían seleccionados para conformar el primer equipo de astronautas del cual saldría el primer norteamericano en llegar al espacio. No se trató de una tarea sencilla, los reclutadores de la incipiente NASA tenían que seleccionar a pilotos con amplia experiencia, que llevaran una vida representativa del “american way of life” y que a su vez que tuvieran el suficiente carisma para conquistar a los medios de comunicación y por ende a todo el pueblo estadounidense. La serie se decanta por una premisa controversial: era ante todo un ejercicio de relaciones públicas lo que terminaría marcando el triunfo o el fracaso ante el rival comunista.
El proyecto Mercury, como se le conoció a la primera etapa del programa espacial norteamericano, fue conformado por pilotos del ejército y la marina de los Estados Unidos quienes se dedicaban a probar aviones de prototipo. Eran hombres acostumbrados a lidiar con el peligro y con personalidades completamente diferentes. La descripción de la personalidad de cada uno y las consecuencias que esa forma de ser y comportarse provoca en el programa espacial será el punto fundamental de la serie, la cual termina por convertirse en la descripción de un grupo variopinto de hombres que llegaron a obsesionarse, cada uno a su manera, por asegurarse un lugar en los anales de la historia. Por ejemplo ahí está Jhon Glenn (Patrick J. Adams), cristiano, lector acérrimo de la biblia, abstemio por convicción y capaz de utilizar tales características para su beneficio personal es decir para crecer y tejer relaciones políticas que le permitan no solamente ascender dentro del proyecto sino también para avanzar posiciones en el status quo norteamericano. En contraparte está Alan Shepard (Jake McDorman), mujeriego, fiestero, pero honesto en cuanto a sus convicciones y su deseo de servir. Guarda un secreto que pone en peligro su participación en el viaje espacial pero intentará sobreponerse a viejos fantasmas y a circunstancias muy personales para lograr su objetivo. La confrontación de las personalidades de Shepard y Glenn será el punto de partida para detonar los diversos conflictos a los que se enfrentan los futuros astronautas, todo con la supuesta amenaza soviética en ciernes en una carrera contra el tiempo para vencer al rival en turno de la superpotencia occidental.
Los Elegidos Para la Gloria termina por ser un intenso y bien planteado drama psicológico con tintes políticos, un programa que tal vez pueda ahuyentar al espectador más interesado en tramas cargadas de un ritmo narrativo trepidante ya que por el contrario esta serie va tomándose el tiempo necesario para ir describiendo una historia sumamente humana. Es también una nostálgica mirada a un sistema que en su momento pareció representar una esperanza para que todas las personas pudieran cumplir sus sueños, pero que ahora, en franca decadencia, voltea al pasado para recordar lo que alguna vez fue y especialmente lo que pudo ser.
Los Elegidos Para la Gloria está disponible en Disney+.
