La Revista

Los habitantes de la ciudad y valle de México “no están equivocados”: se necesita renovar y mantener el sistema metro

Facetas de México, por: Pascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo.

  • Falta de sentido común suponer que, con 6 mil soldados de la Guardia Nacional, se solucionará el transporte colectivo más importante de América Latina.
  • En varias líneas, de las 12 en operación, hay sucesivos “accidentes”. Si no truenan las llantas, fallan los frenos; explota el control central, se queman cables y ocurren “alcances”.

Más de 10 millones de habitantes de la Ciudad de México, y
alrededor de 5 millones de personas de estados circunvecinos, usuarios
consuetudinarios que se desplazan de entre dos y cinco ocasiones por día en el
Sistema de Transporte Colectivo (Metro) “no pueden estar equivocados” en el
sentido de que, lo que necesita con urgencia este medio de transporte masivo, es
mantenimiento y renovación de furgones, sistemas modernos de control y
capacitación permanente de personal.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador –que en
todo está, desde Palacio Nacional—y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México,
Claudia Sheinbaum, acordaron que se trataba de “sabotaje y espionaje” la serie
de accidentes que, últimamente, han afectado a ese sistema de transporte, sobre
todo en los últimos meses; llegaron a la conclusión de que, para dar
“seguridad” a los usuarios por dichas razones, se ordenaría a la Guardia
Nacional (GN) disponer de 6 mil elementos para “vigilar ese efecto”.

Al parecer, no precisaron qué tipo de “seguridad para los
usuarios” y supusieron, cada uno a su real saber y entender, lo que resultó que,
en todas las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo, Metro, amanecieron
6 mil soldados de la Guardia Nacional, con la orden de vigilar todas las
instalaciones de las 195 estaciones y “el despacho de mando”, incluidos los 226.5
kilómetros de recorrido conjunto del sistema.

Los diferentes medios de comunicación, siempre atentos a lo
que ocurra en todo México, sea bueno, malo o peor, dieron fe de que la
vigilancia en instalaciones del Metro, o se confundieron los mandatarios de
México y de la Ciudad de México, o ellos están convencidos de que era necesario
vigilar hasta el último rincón de la infraestructura ferroviaria.

Y sí, los soldados cumplen con su misión y es su obligación
cerciorarse de que, o es sabotaje o, de plano, es sabotaje. Circulan videos por
celulares, referentes a que los elementos de la GN andan caminando en los
rieles centrales de las vías, buscando “pulgas” con sus aparatos alumbrando en
lugares recónditos, sin ninguna precaución o protección, pues se trata de que
corren alto riesgo de electrocutarse. La fuente de poder para mover los
furgones, ¡es de alta tensión!

En noticieros de todos los canales de televisión, publicaron
imágenes de una señora joven que llevaba en las manos una refacción de
lavadora, a fin de conseguir una nueva en el centro de la ciudad. Surge el
amontonamiento y se le cayó la refacción de plástico a las vías, lo cual
provocó fricción con llantas y rieles. El pánico se apodera de los usuarios del
Metro y así ocurren problemas leves que alarman.

Otro caso fue el de un envase vacío de refresco o cerveza,
encontrado debajo de los cables de energía, el cual fue recogido con mano
pelona por un soldado con uniforme del Ejército. Son imprudencias de viajeros
que suceden con frecuencia, pero, que quede claro, que eso no es sabotaje, como
creen las autoridades, que ya no sabemos si realmente son autoridades,
desviadores de otro tipo de problemas, o verdaderamente el Metro es motivo de
sabotajes bien identificados.

Mientras esto ocurre en el STC (Metro), en gran parte del
territorio mexicano la delincuencia “ha tomado posesión”. Como nunca que se
tenga registro, en un gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, se ha
llegado a la espeluznante cantidad de 140 mil personas muertas violentamente y
casi 30 mil desaparecidas en el breve espacio de cuatro años de gobierno.

Por otra parte, no hay referencias de gobiernos anteriores
que hayan desaparecido programas especialmente enfocados a dar diversos apoyos
a las mujeres, a las madres trabajadoras con hijos pequeños (las guarderías);
retirar la ayuda médica a niños y enfermos adultos con cáncer; servicios de
salud abandonados; medicamentos insuficientes; vacunación para prevenir
enfermedades tradicionales de la niñez, en el olvido oficial.

La desnutrición de infantes, de niños en edad escolar,
jóvenes y adultos, ha avanzado de manera riesgosa por la limitación económica y
alimentaria, en particular de índices de desarrollo físico y mental inadecuados.
No es raro que en México se tengan guarismos de desnutrición en un promedio del
50 por ciento de la población nacional. Eso es alarmante y no se llama
“sabotaje”. Ahí está la proliferación de “sabotajes”.

Hay preocupación de qué va a pasar en el corto plazo de año y
medio que le resta al gobierno de López Obrador. Una inflación galopante, falta
de alimentos para hacer frente a necesidades básicas; desempleo, falta de
inversiones en los sectores de la industria –a no ser las obras preferentes de
Dos Bocas, Tren Maya y Aeropuerto, que no acaban de “chupar” recursos
fiscales—en agricultura y también hay que tomar en cuenta los desvíos de PEMEX
y SEGALMEX, cuyo anterior director de este organismo está “loco de contento” en
un puesto de alto nivel en Gobernación. Responde al nombre de Ignacio Ovalle Fernández.

En otro orden, muy pocos mexicanos sabíamos que México exporta
maíz blanco a países de Centroamérica. Sí, del que supuestamente se utiliza
para elaborar nuestras tortillas; es grano de la mejor calidad, el que se
produce en condiciones de riego y alta tecnología del estado de Sinaloa,
entidad que cuenta con un millón de hectáreas destinadas al riego y se aplica
tecnología de “primer mundo”. Allí, obtienen los productores hasta 13 y 15
toneladas por hectárea del cereal.

El gobierno de AMLO acaba de publicar en el Diario Oficial de
la Federación, la imposición de un arancel del 50 por ciento al maíz de
exportación, con la idea de que el precio de las tortillas en México, no suba
más. Ya está en 22 y 24 pesos el kilogramo. Finalmente, creemos que sus amigos
centroamericanos van a protestar y el asunto va a quedar “entre doña Leandra y
sus hijas”, al fin que los mexicanos “aguantamos vara” además de seguir al pie
de la letra su “choro mareador”

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último