Por: Eduardo Ruíz-Healy.
“Apesar de que otras especies viajan, los humanos somos migrantes maestros. Desde nuestro origen como una especie hace unos 200 000 años, los humanos hemos estado en marcha. Ninguna otra criatura ha caminado tan lejos o vive en tan diferentes tipos de ambientes” (Judy Dodge Cummings y Tom Casteel en Human Migration: Investigate the Global Journey of Humankind, Nomad Press, 2016).
Nuestros ancestros, desde el más remoto (Homo erectus, hace aproximadamente dos millones de años), hasta nosotros (Homo sapiens, hace unos 300 mil años), por una diversidad de razones migraron constantemente, yendo de un lugar a otro. Así salieron de África para poblar el planeta.
Hasta hace poco fuimos nómadas y, como lo define el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia, carecimos de “un lugar estable para vivir”, nos dedicamos “especialmente a la caza y al pastoreo” y estábamos en “constante viaje o desplazamiento”.
Durante el 99% de nuestra historia, los humanos fuimos migrantes, hasta que hace apenas unos 14 mil años algunos empezaron a construir edificaciones de piedra y establecerse en lo que hoy son Israel y Jordania.
Desde entonces hasta ahora, nuestra especie fue cada vez más sedentaria y hoy solo hay entre 30 y 40 millones de nómadas, ya sea porque son cazadores-recolectores, pastores o comerciantes.
Curiosamente, cuando se creía que cada vez habría menos nómadas, la aparición del World Wide Web (www), a principios de la década de los 90 del siglo pasado, permitió que el acceso al Internet se masificara y surgiera un nuevo tipo de nómada: aquel que puede trabajar en línea desde cualquier lugar del mundo y cambiar constantemente de lugar de residencia.
De acuerdo con la plataforma estadounidense de gestión de la fuerza laboral independiente, MBO Partners, hoy hay 4.8 millones de trabajadores independientes alrededor del mundo que se describen como nómadas y poco más de 17 millones que dicen que algún día lo serán. Es un estilo de vida y de trabajo que aparentemente va ganando adeptos.
Todo lo anterior es importante porque, de acuerdo con el Work from Wherever Index (Índice Trabaja desde Donde Quieras) elaborado por la agencia de viajes en línea estadounidense Kayak, nuestro país ocupa el tercer lugar entre los destinos favoritos de los nómadas digitales que prefieren desplazarse en países de Norte y Centroamérica y el 19° más atractivo entre los 111 países incluidos en el índice.
En lo que a Norte y Centroamérica se refiere, con una calificación de 75 de 100 puntos posibles, México está por debajo de Costa Rica (86 puntos) y Panamá (85) y muy por encima de los otros países de la región, incluidos Estados Unidos y Canadá.
Para los usuarios de Kayak, México ofrece de los precios más bajos de renta de vivienda y alimentos y en eso aventaja ampliamente a Costa Rica y Panamá. También le ayuda tener Internet de alta velocidad en todo el país y amplia conectividad aérea con EEUU, Canadá y Europa.
Sin embargo, el país debe trabajar más para garantizar seguridad y ofrecer buenos servicios de salud a los nómadas.
En el mundo pandémico, México está nuevamente convirtiéndose en uno de los principales destinos turísticos del mundo y la Secretaría de Turismo debería promoverlo entre los nómadas digitales que representan un creciente negocio.
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