Eran tronquitos. De madera. Muy bellos!!!. Muy de otoño. Muy de verdad! La niña escribía en ellos mensajes agradables. El primero de todos lo regaló a su abuelo. Era como el pueblo donde pasaron la infancia: cálido, con hojas de verano, con días de agosto..
Eran troncos! Después decoró alguno para sus amigas. Para Natalia con una felicitación de cumpleaños. Para Ana con piñas de octubre y colores tostados con sabor a pan y a avellana. Para Rosario con agua fresca, con tono azul y con versos..
La niña que decoraba los troncos era taurina y de gran afición. También decoró algunos para sus toreros preferidos. El mago, de momento en el retiro, y varios màs. Escribió ole y ole! Y dibujó manos aplaudiendo. Y volantes rojos. Y muletas al viento…
Eran tronquitos!
Dedicado a mi mago
A la gente a la que regalo tronquitos
A los toreros
A mi flamenco
A mis amigas Natalia, Ana y Rosario
A Luis
A Carlos
Y a PapáPatoBar, donde siempre me tratan excelente
