Entonces el Genio del Campo se encontrò unas letras en sueños… Y con ellas compuso varias palabras… Exactamente creò “plaza”, “toreo”, “canciòn”, “Lourdes” y “Sevilla”… Y ya casi se estaba despertando cuando soñò la última, tan bella ella, “atardecer”…
Se levantò, con calma, se trataba de un tipo muy sereno y tranquilo, amante de la buena vida. Desayunò, leyò noticias políticas, paseò por sus terrenos, ayudò a los ancianos con sus quehaceres, jugò al fútbol con los niños… Y por fin se dispuso a dibujar…
Dibujò la Maestranza de Sevilla bajo un cielo naranja y dorado que enamoraba! El Genio del Campo era un excelente pintor. Dibujò a una niña hermosa, de cabellos rubios, espigada y noble, de mirada franca, amante de los caballos. Sentada contemplando… Oh!
Oh! Qué maravilla! Las faenas de Juli y Talavante, mano a mano de clase y arte en la tarde sevillana. Triunfarían los dos toreros, y a la pequeña le dedicarían más tarde unos amigos la más hermosa de las canciones flamencas… Y así lo dibujò…
Y así sucediò…
Dedicado a Luisito
A Juli y Talavante
Y a Lourdes Carrasco Bordas