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Lucha contra la corrupción o disfraz contra la violencia

Eduardo Sadot-Morales Figueroa
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Sin duda hay dos problemas que afectan a nuestra Patria: primero la violencia, segundo la corrupción en sus diversas manifestaciones que llevada al extremo también, cobra vidas humanas, pero sin duda no tantas como la violencia, que se traduce en delincuencia, narcotráfico, huachicoleo, secuestros, robos asesinatos y narcoconsumo, de los dos violencia es la más lacerante, grave y letal, que por su inmediatez cobra vidas humanas diariamente.
Debido a la naturaleza de su trabajo, los encuestadores las miden de igual manera, sin embargo, dada su repercusión en la vida de los mexicanos, por su nocividad ambos dañan a la sociedad, pero sus efectos son muy diferentes y no puede pensarse que ambos males sociales deban combatirse necesariamente de manera simultánea, deben combatirse con toda la fuerza, sin distraer recursos ni esfuerzos, hacerlo simultáneamente conlleva el riesgo de no lograr triunfar sobre ellos, primero uno el más nocivo y después el otro, porque mientras uno es fuente permanente de perdidas de vidas humanas, el otro de alguna manera, tienen un marco jurídico que ya lo combate y lo limita. Tan es así, que el artículo 113 Constitucional es la base de todo un sistema – que no una ley institución solamente o una estructura – sino un complejo sistema que abarca desde las obligaciones de los servidores públicos en su cumplimiento, pasando por la diminución de facultades discrecionales que pueden ser inclusive la asignación de contratos sin concursar y otorgados por asignación, tan solo observar sus normas evitan la corrupción, el sistema ahí está solo hay que aplicarlo.
El presidente de la República Andrés Manuel López Obrador ha dicho insistentemente que la corrupción – como las escaleras – se barre de arriba hacia abajo, pero nadie le ha dicho que el presidente solapa – consiente o inconscientemente – como quiera verse la corrupción, las más dañinas, desde la cúspide del poder, nombrar a funcionarios sin contar con los conocimientos y habilidades profesionales para ocupar un cargo, con el único mérito de ser sus amigos, como ha sido el caso de la postulación de los titulares de la Comisión Reguladora de Energía, que evidenciaron su ignorancia y no obstante haber sido reprobados por el Senado de la República volvió a presentar la misma lista, esperando que nuevamente fueran rechazados para que el mismo asumiera la facultad de nombrar a los mismos que propuso en su origen y que el senado reprobó, ahí están los videos de sus comparecencias ante la comisión de energía, donde se evidencio su ignorancia. Eso es corrupción. Porque si al presidente le dicen que son competentes y profesionales en la materia, el lo cree, y si no le informan sus respuestas erróneas sobre el tema entonces lo engañaron, y engañar a un Presidente de la República para exhibirlo, es traición.
Otro tema de corrupción que hemos venido arrastrando es: cuando un funcionario o trabajador, de cualquier orden de gobierno, recibe un salario nominal de menor cantidad, pero le dan una cantidad de “compensación” según por mejor servicio, y durante años cotiza oficialmente al SAT y al ISSSTE una cantidad que no le es considerada para efectos de su jubilación y al jubilarse después de treinta años de servicio, resulta que su jubilación es por un diez por ciento de lo que en realidad siempre percibió, lo que le representa una pensión ridícula. Es claro que la ley laboral y la jurisprudencia de la Corte, sostienen, que todas las prestaciones, deben ser consideradas en una liquidación, pero no necesariamente son consideradas así para efectos de su pensión pues solo se considera lo cotizado al ISSSTE, ello significa un fraude un engaño a todos los trabajadores, de parte de su patrón, el gobierno, con lo que queda plenamente acreditada la corrupción, lo que debiera hacerse, si aplica lo de la escalera que como la corrupción debe barrerse de arriba hacia abajo, entonces ya debiera estarse remediando y corrigiendo esa falta contra sus trabajadores.
Mientras no se corrija ese pretexto y falta, el principal actor en la corrupción es el gobierno. Porque no cumple con honestidad pagar a sus trabajadores completamente y tampoco evada impuestos, a cuyo cumplimiento, es el primer obligado.
                          sadot16@hotmail.com

Eduardo Sadot-Morales Figueroa
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