Por: Bernardo Graue Toussaint.
Desde la oposición ya empiezan a postularse y auto postularse toda clase de precandidatos a la Presidencia de la República para las elecciones del año 2024.
En el marco de esa previsible feroz competencia por ganar la candidatura, no será raro un apetito por mostrarse como el más madreador; como el más verbalmente agresivo; como el que jure y perjure que encarcelará a diversos personajes de la actual administración federal.
Aunque me parezca una barbaridad, tengo claro que es sumamente atractivo (para determinados sectores de nuestra sociedad) ese tipo de mensajes reivindicativos que prometen castigo contra los adversarios, una vez llegados al poder.
Yo difiero de los candidatos que hagan ese tipo de promesas como eje de sus campañas políticas.
Carlos Castillo Peraza escribió varias veces sobre la importancia del tiempo. Decía que “el único bien no renovable del ser humano es su tiempo. Es irrecuperable“. Incluso llegó a a sugerir que una buena manera de calificar a los gobiernos podría consistir en evaluar cuánto tiempo le ahorran éstos a sus ciudadanos. Por lo mismo, creo que tenemos que tener claro que A PARTIR DE 2024 NO PODEMOS DARNOS EL LUJO DE PERDER EL TIEMPO. La persecución de delitos corresponderá al Poder Judicial, pero la hoja de ruta del país corresponderá al Poder Ejecutivo, que deberá de concentrar todos sus afanes y sus talentos en la reconstrucción nacional.
Por lo mismo, quiero insistir en que yo daré mi voto en 2024 a quien me ofrezca:
1.-Un programa convincente, sereno y realista de reconstrucción nacional, dados los graves daños producidos por esta administración.
2.-Un programa para restablecer la concordia entre mexicanos. Necesitamos revertir el clima de división y de enfrentamiento social que el gobierno de AMLO impulsó durante su gobierno.
3.-Una propuesta responsable, seria y sensata de seguridad pública. Necesitamos garantizar que el Estado mexicano proteja a las mayorías pacíficas del embate de las minorías violentas. Esto no tiene otra alternativa en democracia. Punto.
4.- PASAR DEL PASADO COMO PREOCUPACIÓN, AL FUTURO COMO OCUPACIÓN. Ésta es y debe ser la senda para atender los rezagos sociales y para no perder ni tiempo ni rumbo.
Creo firmemente que podemos darnos ese candidato y esa hoja de ruta para el futuro de México. POR LO MISMO, NO PODEMOS DARNOS EL LUJO DE PERDER EL TIEMPO.
