La Revista

Maclovia, una gran obra de arte del cine mexicano

Ariel Aviles Marin
Ariel Aviles Marin
Sígueme en redes sociales:

En la llamada “Época de Oro del Cine Mexicano”, hay algunas cintas que destacan por varios aspectos de una gran belleza que se conjugaron en ellas; una de estas es “Maclovia”, también conocida como “Belleza Maldita”. En esta filmación, se proyecta la gran belleza natural de uno de los rincones más atractivos de nuestra patria, el Lago de Pátzcuaro, y su isla principal, Janitzio. Al irse definiendo, en el llamado Siglo de Oro Español, los diversos géneros de la narrativa, surge de la pluma del Bachiller Diego de San Pedro “Cárcel de Amor”, que es considerada la primera novela sentimental de la narrativa en lengua española. La Dra. Soledad Anaya y Solórzano, en su “Historia de la Literatura Española”, nos define el género como: “Aquella historia en la que se contrapone al amor con los problemas de la vida”. La definición de la Dra. Anaya, viene como anillo al dedo a la trama que, Emilio “El Indio” Fernández y Mauricio Magdaleno, escriben para “Maclovia”; Maclovia y José María, purépechas isleños, tendrán que enfrentar, por su amor, todas las adversidades inimaginables, antes de tener que salir huyendo de la isla, para poder vivir sus sentimientos sin ninguna oposición.

La trama es sencilla y muy típica, Maclovia, María Félix, es un joven tarasca de una belleza singular, por tal razón, su padre, Tata Macario, Miguel Inclán, no permite que la joven se interese por ningún joven de la isla que no sea con su consentimiento, pues desea lo mejor para su bella hija. Pero el destino juega en contra del viejo caudillo tarasco, pues Maclovia se enamora de José María, Pedro Armendariz, quien es pobre entre los pobres, de los indios del lugar. Para añadir un elemento adverso a la historia, aparece en la isla, con un regimiento federal, el sargento Genovevo de la Garza, Carlos López Moctezuma, que es un individuo malvado y despótico, de lo peor. En un principio, Tata Macario se opone totalmente al amor de Maclovia y José María, pero el joven, poco apoco, se va ganando al viejo líder del pueblo. José María, pone todos sus esfuerzos en superarse para ser merecedor de la aprobación del viejo; robando tiempo a su trabajo de pescador, entra a la escuela para aprender a leer y escribir, con sacrificio compra su propia canoa, y cuando se ha ganado el respeto del Tata, el sargento De la Garza, descarga contra su persona el más profundo de los odios, pues desea para sí a Maclovia, e injustamente lo acusa y lo encarcela.

El Tata, el maestro del pueblo, Don Justo, Arturo Soto Rangel, y el cura, Don Jerónimo, José Morcillo, organizan al pueblo para liberar a José María; pero la situación se complica aún más, pues el pueblo viene a linchar a Maclovia, pues cree que ha entregado su amor a uno que no es de la isla, el sargento De la Garza. Liberado José María, busca a Maclovia y corren de la turba hasta el embarcadero de las canoas, donde huyen en una, remando en el lago se alejan para huir hacia la libertad para su amor, protegiendo su huida el cabo Mendoza, viejo soldado, con un gran sentido del honor. El desenlace de la película cumple a cabalidad el principio rector del género sentimental: El amor triunfa por encima de todos los problemas de la vida.

En este melodrama de calidad excelente, se conjugan varios elementos para hacer de él una película de las más destacadas de esta maravillosa etapa del cine mexicano. Además del buen guion de Fernández y Magdaleno, es el propio Emilio quien la dirige, y su mano se deja sentir en las actuaciones de María Félix y Armendariz, así como en la de la joven Columba Domínguez, Sara, que es la contra parte de Maclovia, es la envidia y el rencor contenidos. Por su parte, Carlos López Moctezuma, es un actor que ya sabe lo que hace, y se mueve y construye su personaje con gran veracidad, uno siente la maldad brotar del sargento de la Garza a raudales y, siente odiarlo al ver su despotismo y desprecio por los indios purépechas. Los dos personajes coprotagónicos, Sara y el cabo Mendoza, el excelente actor de reparto Eduardo Arozamena, vienen a completar un reparto de lujo para esta destacada cinta, y le ponen una calidad de primera en el rubro de la actuación. La presencia del gran actor Roberto Cañedo, es casi incidental, pero deja una buena huella en el filme.

La sentimental historia de Maclovia está además, revestida por varios elementos de calidad superior que ponen elementos que la hacen pasar al plano de cine-arte. La película, tiene una fotografía maravillosa que corre a cargo del gran Gabriel Figueroa. Las escenas del Lago de Pátzcuaro, con las canoas con las redes desplegadas, sus bellos celajes, son verdaderas pinturas de gran belleza. Las escenas de la Noche de Muertos, en el cementerio de Janitzio, la panorámica con las flamas de los cientos de velas, en la obscuridad de la noche, son de una belleza superior. Las dramáticas escenas de la persecución de Maclovia y José María, por el pueblo en pleno, la multitud corriendo con antorchas en la mano, en la penumbra del amanecer, subiendo y bajando por las callejuelas, sobre muros, son de profunda belleza y de una profundidad dramática de gran calidad. En la escena del cementerio, las tomas en close up, de los rostros de las mujeres, iluminadas por las velas, con una luz y sombra en dramático juego, son de una gran exquisitez. En el plano fotográfico, Maclovia, es una gran obra de arte.

La música incidental, compuesta por Antonio Díaz Conde, pone la nota sonora sobresaliente a la cinta. La película, tiene su antecedente en la vida del director, Emilio, El Indio Fernández, pues en 1935, él mismo protagonizó “Janitzio”, bajo la dirección de Carlos Navarro, y de ahí, toma algunos elementos que integra a su propio filme. Esta excelente obra cinematográfica, es una producción de Gregorio Walerstein, filmada en 1948. Desde su estreno, recibió importantes distinciones. En 1949, fue aclamada en el Festival de Cine de Venecia, y el rostro de María Félix se convirtió en la imagen del festival. Ese mismo año, reciben los Arieles de la Academia Mexicana, por su actuación Columba Domínguez, Sara, y Arturo Soto Rangel, el maestro. El mismo año, el Comité Nacional de Técnicos Cinematográficos de Bélgica, premia a los técnicos mexicanos por esta obra. Y la película cierra el año, recibiendo el premio a la mejor fotografía, en el Festival de Karlovy Vary, en Checoslovaquia.

Por todos estos elementos que hacen brillar esta película en la Edad de Oro del Cine Mexicano, Maclovia debe ser considerada una gran obra de arte del Cine Mexicano de todos los tiempos.

-Las fotos son de Salvador Peña L

Ariel Aviles Marin
Ariel Aviles Marin
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último