Por: Ismael Méndez Camargo.
En estos últimos días,
posteriores a la estafa maestra universitaria, con la compra descarada de los
consejeros y directores de las diversas escuelas y preparatorias de la Uady se
han iniciado los nombramientos de algunos directores de las facultades, aunque
no de todas, como son los más recientes de matemáticas, arquitectura, prepa dos
y odontología, causando indignación, pues todos tienen una tremenda cola que
les pisen por sus negros antecedentes, como maestros o directivos, ante el
revuelo del alumnado y la comunidad universitaria en general.
Toca el caso en esta nota
del nombramiento de Rubén Cárdenas Erosa, quien desde hace algunos días fue
nombrado director de la Facultad de Odontología ante la protesta de los alumnos
de tan prestigiado planteld, pues el doctor Cárdenas Erosa, tiene en su contra graves
denuncias de hostigamiento, acoso sexual y laboral, así como de misoginia,
desde el año de 2020 con un tendedero de denuncias por parte de alumnas y
empleadas de dicha institución; así mismo fue descubierto varias veces
sustrayendo material del departamento de odontología restauradora, para su uso
personal en su consultorio de la calle ochenta y dos, cerca de la colonia García Ginerés, según
comentaron a un periódico local varios técnicos y auxiliares.
Cárdenas Erosa y su hijo Rubén Cárdenas
Vermont comparten también el slogan que dice que los hombres son el sexo fuerte
y las mujeres el sexo bonito, dando pie a un ambiente de inseguridad entre el
personal y alumnado femenino ante la posibilidad de ser agredidas por el ahora
director de la facultad de Odontología. Es muy pertinente aclarar que en varias
ocasiones las personas afectadas se apersonaron ante el ahora saliente rector
José de Jesús Williams para que tomaran cartas en el asunto, sin obtener respuesta
alguna, situación más que normal, pues esta última persona también ha sido
relacionada con múltiples acosos hacia empleadas de la universidad, incluso
formando un harem, que obviamente sostuvo con recursos universitarios.
El período de Williams ha sido uno de los
más negros, más que grises en la historia de nuestra máxima casa de Estudios,
con sonados tintes de corrupción, derroches de recursos de la universidad, entre
otras cosas y por ende la poca o nula aplicación de los protocolos de protección
para los alumnos y personal de las facultades y preparatorias, tal como se pudo
observar en días recientes con una alumna de la prepa número dos quien fue
acosada y violentada sexualmente por un maestro de dicha escuela, ante la
indiferencia de la directora Beatriz Novelo Covián y de la rectoría, y parece
mentira que como premio se le ratificara por cuatro años más en su cargo,
obviamente por sus voto vendido al nuevo títere de Williams en la persona del
no menos incapaz y corrupto Carlos Estrada Pinto, quien seguramente cubrirá
todas las anomalías cometidas por el grupo del rector que terminará su gestión
el treinta y uno de diciembre del presente año, del cual forma parte Estrada,
como director académico de la UADY.
Entre las acusaciones hacia Rubén Cárdenas
Erosa y su hijo Rubén Cárdenas Vermont están la de varias alumnas que tienen
que trabajar con ellos, pues ambos sujetos, ven delante de ellas videos de alto
contenido sexual, con muchos comentarios inapropiados, mofándose de las
mujeres, según se informa en la página de facebook del Colegio de Periodistas del Sureste Felipe
Carrillo Puerto A.C. según investigaciones realizadas entre el alumnado
femenino de la multicitada facultad, lo cual no ocurría desde hace mucho tiempo,
ante la poca respuesta de quien debe respaldar los derechos de las que han sido
vulneradas, hablando de los responsables de cada escuela o facultad.
No queda otro remedio de recurrir a las
autoridades judiciales y denunciar ante la fiscalía de los delitos que se
consideran sexuales, como lo marca nuestro código penal vigente, y si es
necesario tomar las escuelas por parte de los alumnos para exigir la renuncia y
salida de los maestros acosadores, pidiendo penas de cárcel, ya que los
protocolos existentes no funcionan, pues no se aplican. Cabe mencionar que la
Universidad Autónoma de Yucatán ostenta el título de la institución que más
casos de acoso sexual en el sureste de México, números poco halagadores, pero
no es extraño pues sus últimos rectores no son ejemplos de decencia en el área
del respeto hacia las mujeres y en algunos casos hasta jóvenes alumnos son
afectados por maestros homosexuales.
