Lluvia de pruebas en contra de los dos médicos inculpados, a los que se suma el testimonio de los dueños del departamento donde vivía uno de los presuntos asesinos
Durante una jornada maratónica de más de 16 horas ininterrumpidas en la audiencia de Juicio Oral que se sigue por el asesinato del psiquiatra Dr. FELIPE TRIAY PENICHE, celebrada este lunes, la Fiscalía General del Estado, por conducto de un grupo de especialistas en derecho asignados al caso, presentó ante el Tribunal Segundo de Juicio Oral en el Estado diversas pruebas materiales que sin lugar a dudas incriminan de manera directa a los acusados PABLO SANTOS GARCIA GUTIERREZ y ENRIQUE LARA GONZALEZ.
En la citada audiencia, una de las más largas verificadas en los Juicios realizados en el Estado, una a una fueron exhibidas las pruebas materiales encontradas durante el cateo del 23 de agosto de 2014 en el departamento que rentaba y vivía el inculpado García Gutiérrez, donde se hallaron diversos objetos, entre los que destacan un cuchillo rebanador con el que le fue perforada la visera cardiaca al doctor Triay Peniche; una picoleta con la que le fue golpeada la cabeza, cinta canela con la cual encintaron las cajas donde metieron el cuerpo, un rollo de hilo de rafia con el cual amarraron las cajas donde lo encontraron.
Además, en el mismo departamento fue hallada una credencial para votar expedida por el IFE a nombre de ENRIQUE LARA GONZALEZ, una sierra eléctrica que fue utilizada para desmembrar el cadáver, un disco metálico dentado utilizado para el mismo fin; objetos que de acuerdo con la teoría del caso de la Fiscalía se encuentran íntimamente relacionados con la responsabilidad y participación de ambos acusados ya que fueron ocupados en el cuarto que habitada GARCIA GUTIERREZ en la colonia García Ginerés.
Todos esos objetos fueron reconocidos uno a uno por la perito en criminalística Aglae Corona Soto, quien explicó a detalle cada una de las fotografías que dejaron constancia de su actuación en su intervención en la diligencia de cateo que realizó el Fiscal Investigador el 23 de agosto de 2014.
La defensa de Lara González, al momento de su contra interrogatorio, contó con la asistencia de un asesor técnico, pero sus preguntas fueron objetadas por el Fiscal que en ese momento hacía uso de la palabra, hasta que simplemente se le agotaron los cuestionamientos ante la falta de la técnica aplicable para emitir los respectivos cuestionamientos por parte del abogado Juan Góngora Puerto, quien al igual que su colitigante Patricia Castro González, de manera reiterada dilatan la audiencia, realizando cuestionamientos en retórica y con el fin de tratar de confundir a los testigos.
En la citada audiencia compareció el señor Jorge Carlos De la Cruz Solís, como el viernes 10 pasado lo hiciera su esposa Lía Herrera Albertos, ambos propietarios del predio de la calle 22 con 25 de la García Ginerés, a quienes la defensa trató de confundir y convencerlos que su casa no es su casa y que la habitación que ocupaba Pablo Santos era un predio distinto al de su propiedad, lo que fue ampliamente debatido por las partes. Ambos testigos, a pesar de su avanzada edad, fueron muy concretos y tajantes, ya que incluso llevaron sus escrituras, cedula catastral y croquis catastral de su predio, señalando ambos, que la habitación ocupada por Pablo Santos está dentro de su propiedad, misma que ocupo desde febrero del 2014 hasta el día de su detención en el mismo año.
También dijeron los esposos De la Cruz que la diligencia de cateo les fue informada, incluso ellos proporcionaron la llave para acceder a dicha habitación, acto realizado en cumplimiento a un mandato judicial; así también aclararon que muchos de los objetos encontrados en el lugar no fueron proporcionados por ellos a Pablo Santos, tales como los compresores nuevos de unos aires acondicionados de la marca Smart Tech ubicados debajo de una mesa, ni un cuchillo rebanador, ni bolsas negras de plástico, ni una impresora marca Epson nueva.
Cuando se le puso a la vista a la señora Herrera Albertos un edredón con el que fue envuelto el cuerpo desmembrado, y colocado en una caja de un aire acondicionado de la marca Smart Tech, la mujer lo reconoció plenamente y dijo que ella personalmente lo puso sobre la cama de la habitación de Pablo Santos ya que se lo había regalado su nieta, ante el asombro del tribunal y los propios acusados.