Especialistas en Pediatría del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) salvaron las extremidades de una recién nacida en Yucatán.
La niña estaba en riesgo de que se las amputaran a causa de un extraño padecimiento congénito que, al contraer una infección, le causó una trombosis venosa profunda y muerte de tejido en brazos y piernas. Desde su nacimiento estuvo internada en el Hospital General Regional No. 1 de Mérida, donde recibió la atención de especialistas en Hematología Pediátrica, Angiología, Cirugía Pediátrica y Neonatología. Ya fue dada de alta.
La pequeña presentó déficit congénito de proteína C, trastorno hereditario de la coagulación debido a una reducción del nivel de síntesis y/o actividad de la proteína, caracterizado por síntomas profundos de trombosis venosas.
Este padecimiento genera mala coagulación de la sangre y en la pequeña paciente provocó trombosis profunda en las extremidades que llegaron a la necrosis; es decir, muerte celular de una porción del tejido debido a la falta de suministro de sangre.
“Nos dijeron que podía perder sus manitas o las piernas, estábamos muy preocupados, pero gracias a todos los cuidados de los doctores y enfermeras nuestra bebé logró recuperarse”, señaló la madre Yaneth de Jesús Collí Carrillo en un comunicado.
El cirujano pediatra del Hospital del IMSS, Gabriel Montalvo Castro, explicó que después de ser revisada por especialistas por la infección que presentaba, se decidió en conjunto con médicos neonatólogos salvar sus extremidades. Pero, por lo avanzado de la necrosis no fue posible preservar dos dedos del pie izquierdo y algunas falanges distales (huesos localizados en los extremos de los dedos) de la mano derecha y del pie derecho.
Como parte de su recuperación, la enfermera general Rosa Maribel Cuevas Sánchez, titular del “Área de Manejo Avanzado de Heridas”, señaló que en esta área se realizó una curación especializada, además de restablecer el flujo de los vasos sanguíneos.
“Estamos muy felices y emocionados, somos testigos que se puede salir adelante con el cuidado y tratamiento adecuado; todo el personal del hospital siempre nos mostró mucho apoyo, tuvieron toda la disposición de curar a nuestra bebé. Fue un proceso muy largo, en un principio los pronósticos incluso eran que la niña podía morir, pero ahora gracias a todo el personal y a Dios nos vamos a casa”, comentó el papá David Alejandro Chan.