En España, el mercado inmobiliario ha experimentado un incremento significativo en los precios de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, generando una creciente preocupación entre los ciudadanos.
Entre 2015 y 2023, el precio de la vivienda en propiedad se incrementó un 47%, mientras que el alquiler aumentó un 58%. Este crecimiento supera ampliamente el aumento de los ingresos de los hogares, que fue del 17% en el mismo período.
En ciudades como Madrid y Barcelona, la situación es aún más crítica. En Madrid, el precio medio del metro cuadrado es de 4.830 euros, con áreas como Chamberí y Salamanca superando los 7.100 y 8.500 euros respectivamente. En Barcelona, los precios también han alcanzado niveles elevados, dificultando el acceso a la vivienda para muchos ciudadanos.
La mayoría de los inquilinos destinan más del 30% de sus ingresos al alquiler, y uno de cada tres destina más del 50%. Este fenómeno se ha intensificado desde la promulgación del Decreto Boyer en 1985, que reemplazó los contratos indefinidos por acuerdos temporales.
Expertos como el economista Santiago Niño Becerra señalan que la única solución viable para resolver los altos precios del alquiler en España es aumentar la oferta de viviendas públicas en alquiler. Destaca que, desde 1958, España ha promovido la compra de vivienda con periodos de protección cortos, lo que resultó en muchas viviendas pasando al mercado libre.
Además, se propone la creación de un parque público de viviendas asequibles para paliar este problema. Cáritas La Rioja ha asistido en 2023 a aproximadamente 1,000 familias con ayudas para el alquiler, destacando la urgente necesidad de medidas efectivas.
La situación actual del mercado inmobiliario en España requiere una atención urgente y la implementación de políticas públicas que garanticen el acceso a la vivienda para todos los ciudadanos.