Bruselas, 25 de julio de 2024 – Meta, la empresa matriz de Facebook, se enfrenta a una potencial multa histórica de hasta 13.4 mil millones de dólares (aproximadamente el 10% de sus ingresos globales de 2023) por parte de la Comisión Europea. Esta sanción surge de una investigación antimonopolio que acusa a Meta de prácticas anticompetitivas relacionadas con la integración de su servicio de anuncios clasificados, Marketplace, dentro de su plataforma principal, Facebook.
La Comisión Europea inició la investigación en 2019 tras recibir quejas de competidores y usuarios sobre el dominio de Meta en el mercado de las redes sociales y la publicidad en línea. Se alega que Meta ha utilizado su posición dominante para promover Marketplace de manera injusta, restringiendo la competencia y perjudicando tanto a los consumidores como a otros proveedores de servicios similares.
En un comunicado, la comisaria de competencia de la UE, Margrethe Vestager, indicó que “la vinculación de Marketplace con Facebook es una estrategia deliberada para consolidar el dominio de Meta en múltiples mercados. Este comportamiento va en contra de las normativas antimonopolio de la UE que buscan mantener un mercado justo y competitivo para todos los actores.”
Por su parte, Meta ha respondido argumentando que la integración de sus servicios ofrece una mejor experiencia de usuario y que no busca excluir a la competencia. La empresa ha anunciado que apelará la decisión si se impone la multa, destacando su compromiso con el cumplimiento de las normativas y la promoción de la innovación.
De confirmarse la multa, esta sería una de las mayores sanciones impuestas por la Unión Europea en casos antimonopolio, comparable a las multas históricas impuestas a Google en los últimos años. Expertos en derecho y economía señalan que este caso podría sentar un precedente significativo en la regulación de las grandes empresas tecnológicas, reafirmando la postura de la UE como líder global en la lucha contra las prácticas monopólicas.
La decisión también podría desencadenar una revisión interna de las estrategias de Meta y de otras grandes empresas tecnológicas que operan en la UE, potencialmente llevando a cambios en sus modelos de negocio para evitar futuras sanciones.
Tras el anuncio, las acciones de Meta experimentaron una caída significativa en los mercados bursátiles. Analistas financieros destacan la incertidumbre que genera esta sanción y el posible impacto a largo plazo en la rentabilidad y las operaciones globales de la empresa.
