Arsenal, por: Francisco Garfias.
Ricardo Monreal ya se alineó totalmente con López
Obrador. Esta semana dijo, en un desayuno, que prefiere no ser nada, ni
participar en nada, antes que traicionar al Presidente de la República.
No sólo eso. Terminó con las especulaciones de que
podría buscar la candidatura presidencial de oposición. “No hay ninguna
posibilidad”, dijo contundente.
Y hasta manifestó que si Claudia Sheinbaum, Marcelo
Ebrard o Adán Augusto López Hernández ganan la elección interna —sea por
encuesta o una candidatura de unidad— “les voy a levantar la mano”.
Nada que ver con el Monreal que era factor de
equilibrio. Ése que el bloque de contención (PAN, PRI, MC, PRD y Grupo Plural)
quería para la presidencia de la Mesa Directiva del Senado, en septiembre
pasado. Tampoco con el que en noviembre jugaba con la idea de irse de Morena y
cantaba “diciembre me gusto pa’ que te vayas”.
O el que, por experiencia propia, desconfiaba de las
encuestas de Morena para elegir a sus candidatos, a sabiendas de que hay en ese
partido un gran elector.
* Voces respetadas en el Senado dicen que Monreal ya
pactó su permanencia en Morena. Algunos lo ven como candidato de la coalición
Juntos Haremos Historia para la Jefatura de Gobierno de la CDMX. Otros
aventuran que ya aseguró su reelección en el Senado.
Joaquín López-Dóriga se lo preguntó ayer en su
noticiero de Radio Fórmula. Aunque repitió que él va por la candidatura
presidencial de Morena y que no se baja ni declina por otra corcholata, dejó
abierta esa posibilidad.
* A pesar de ser el principal damnificado de la
polarización que paralizó al Senado los últimos días del último periodo
ordinario de sesiones, se le ve cómodo y hasta contento de que el Presidente lo
haya recibido en Palacio Nacional, después de más de dos años de no tener
comunicación con él.
“Me parece que lo que sucedió el fin de semana fue
afortunado para mí”, dijo a los reporteros de la fuente.
Y justificó su postura: “Si estoy planteando la
reconciliación en sectores diversos, incluso contrapuestos con nuestro
movimiento, cómo no iba a hacerlo con el Presidente, que es fundador del
movimiento”.
Para que no quede duda: el político de Zacatecas
adelantó que hará caso de la recomendación de Mario Delgado, presidente de
Morena, de dejar el proselitismo personal para después y respaldar ahora las
campañas en el Estado de México y Coahuila.
Delgado les dijo a las corcholatas que luego de
concluir la jornada electoral en los dos estados, los va a convocar para
determinar fechas para la elección interna o para el acuerdo político que
pudiera construirse con los aspirantes.
“Voy a acatar la decisión del partido. Creo que todos
deberíamos hacerlo”, anunció.
* Mucho tendrá que trabajar el senador Monreal para
recuperar su capacidad de interlocución con el bloque de contención en la
Cámara alta. El costo de la llamada noche negra en el Senado ha sido alto para
él.
Los integrantes del bloque de contención ya no lo ven
como interlocutor fiable, sino como alguien que les hizo creer que tenían un
acuerdo para elegir al comisionado que le falta al Inai para alcanzar el quórum
que necesita para sesionar, sino el que los engañó. La bancada del PAN difundió
un comunicado en su cuenta de Twitter que dice: “El acuerdo para nombrar
comisionados del Inai fue violado por la mayoría. En esas condiciones, la
conducción de la Jucopo queda severamente lastimada”.
Priistas, emecistas, perredistas y pluralistas
coinciden en que el coordinador de la bancada de Morena les vio la cara hasta
el último día.
* En la llamada “noche negra”, los senadores
oficialistas fueron a Palacio a recibir instrucciones del presidente López
Obrador. De allí salieron a la casona de Xicoténcatl, habilitada como sede
alterna, para cumplirlas.
La orden recibida era no elegir al comisionado del
Inai para que ese instituto siga sin poder sesionar —hoy se cumplen 34 días— y
se mantenga la opacidad respecto de la utilización de los recursos públicos,
Cumplieron a cabalidad.
Aprobaron, eso sí, una veintena de dictámenes sin
oposición, sin debate, sin leer lo que votaban, sin prensa que atestiguara el
quórum, con dispensa de trámites y en sede alterna: la vieja casona de
Xicoténcatl. Muy al estilo Venezuela.
* Ya salió el ranking de los alcaldes de los
municipios capital de los 32 estados de México que publica Mitofsky. Los tres
mejores: el panista Jesús Nader Nasrallah, de Tampico, 66.9% de aprobación
ciudadana, le sigue el morenista Juan Ángel Flores Bustamante, 64.4%, y en tercer
lugar, el panista Luis Nava, de Querétaro, 58.2 por ciento
Los tres peores: Manuel Hernández Badillo, del PRD,
Tula de Allende con 29.1; Leticia Herrera Ale, del PRI, Gómez Palacio, 30.4%, y
Mariano Díaz Ochoa, del Verde, San Cristóbal de las Casas, 31.8 por ciento.