La Cámara de Diputados de México aprobó recientemente una reforma en materia de vivienda impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, la cual permite al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) adquirir terrenos, construir complejos habitacionales y ofrecer arrendamiento social a trabajadores que aún no poseen una vivienda propia. Con 469 votos a favor, la iniciativa modifica el artículo 123 de la Constitución para que el fondo, que anteriormente se destinaba solo a otorgar créditos, se utilice también en la construcción de viviendas y arrendamiento.
El objetivo principal de esta reforma es facilitar el acceso a viviendas cerca de centros laborales a costos accesibles, donde la renta no exceda el 30% del salario de los trabajadores. Según Carlos Martínez, director del Infonavit, esta medida pretende construir unas 75,000 viviendas al año, destinadas especialmente a jóvenes y trabajadores con pocos años de cotización en el sistema.
Durante el debate legislativo, se incorporaron reservas que permiten al Infonavit comprar suelo para construir y eliminan la cláusula que otorgaba la opción de compra a los arrendatarios después de 10 años, trasladando esta disposición a una legislación secundaria. La diputada Lilia Aguilar destacó que la reforma devuelve al Infonavit la capacidad de construir, función que había perdido durante las reformas del periodo neoliberal. La oposición apoyó la iniciativa, aunque expresó dudas sobre la sostenibilidad financiera del Infonavit en su nuevo rol como constructor.
La reforma, ahora en espera de aprobación en el Senado, representa un cambio significativo en la política habitacional del país y busca asegurar el derecho a una vivienda digna para los trabajadores, especialmente para quienes carecen de propiedad y enfrentan altos costos de alquiler en el mercado inmobiliario mexicano.