Ciudad de México, a 31 de julio de 2024.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el país no participará en la reunión convocada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) para discutir la situación electoral en Venezuela. La decisión se fundamenta en la percepción de parcialidad de la OEA y su secretario general, Luis Almagro, en la crisis política venezolana.
López Obrador criticó abiertamente a la OEA, destacando su falta de objetividad en la mediación del conflicto entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro. Según el mandatario mexicano, la postura del organismo internacional no contribuye a una resolución imparcial y justa de la situación en Venezuela. “No vamos a participar en esta reunión porque consideramos que la OEA ha perdido su camino y no actúa con imparcialidad”, declaró.
El presidente también abogó por una solución interna basada en el conteo transparente de las actas electorales y el respeto a la autoridad electoral de Venezuela. Rechazó cualquier tipo de intervención extranjera en los asuntos internos del país sudamericano. “Lo mejor es que los propios venezolanos resuelvan sus diferencias sin intervencionismo externo”, señaló López Obrador.
El anuncio fue recibido con diversas reacciones a nivel internacional. Algunos sectores consideran que la ausencia de México podría debilitar los esfuerzos de la comunidad internacional para presionar por elecciones libres y justas en Venezuela. Por otro lado, los partidarios de la no intervención aplaudieron la postura de López Obrador, viendo en ella un respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos.
La reunión de la OEA se enmarca en un contexto de creciente tensión en Venezuela, donde las elecciones han sido objeto de controversia y denuncias de fraude. Luis Almagro, secretario general de la OEA, ha sido un crítico constante del gobierno de Maduro y ha respaldado a la oposición en múltiples ocasiones.
El gobierno mexicano ha mantenido una postura de no intervención en los asuntos internos de otros países, siguiendo los principios de la Doctrina Estrada. Esta decisión refuerza dicha política y marca una diferencia con otros países que apoyan sanciones y presiones internacionales para influir en la situación venezolana.
En conclusión, la no participación de México en la reunión de la OEA sobre Venezuela subraya su compromiso con la no intervención y su crítica a la parcialidad del organismo internacional. La postura de López Obrador refleja una visión de respeto a la soberanía de Venezuela y la búsqueda de soluciones internas para sus conflictos.
