México dio inicio este viernes a un operativo nacional de “limpieza” para combatir la venta de productos pirata importados principalmente de China y otros países asiáticos, en un contexto de creciente tensión en la relación comercial con Estados Unidos.
El primer gran golpe de este operativo se llevó a cabo en una conocida galería comercial en el centro de Ciudad de México, donde las autoridades decomisaron más de 262,000 productos falsificados, cuyo valor asciende a 7.5 millones de pesos (alrededor de 368,000 dólares). El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien también fue canciller durante el primer mandato de Donald Trump, destacó que los productos incautados provenían de varios países, incluidos China, Bangladés, Malasia, Vietnam e Indonesia.
El operativo, denominado “Limpieza respecto a la piratería”, será desplegado en todo el país, según informó Ebrard en una conferencia de prensa. Aclaró que la iniciativa tiene como objetivo proteger a la industria nacional y a los comercios que operan dentro del marco legal, y no es una respuesta directa a las presiones comerciales de la administración de Trump, aunque reconoció la tensión en las relaciones con Estados Unidos debido a las políticas comerciales del futuro presidente.
La nueva ofensiva contra la piratería llega en un momento en que las relaciones entre México y Estados Unidos se complican nuevamente. Donald Trump, quien asumirá la presidencia el próximo 20 de enero, ha amenazado con aplicar aranceles adicionales del 10% a los productos chinos, además de un aumento del 25% a todos los productos mexicanos y canadienses. Esta medida estaría vinculada a la lucha contra el tráfico de drogas y la migración irregular.
Ebrard insistió que el operativo tiene como fin fortalecer la protección de la economía mexicana y defender a las industrias nacionales frente al contrabando de productos ilegales. A pesar de la broma que hizo sobre las posibles presiones de Trump, el secretario destacó que la piratería y el contrabando representan un desafío significativo para la economía y el comercio legal del país.
Esta campaña de decomisos de productos piratas se enmarca en un contexto de disputas comerciales globales y tensiones bilaterales entre México y Estados Unidos, y subraya la importancia de fortalecer las medidas internas para proteger los mercados nacionales.