Shakira y Gerard Piqué no han acabado el mes de octubre de la
mejor forma posible ya que, su hijo Milan de tan solo 3 años, tuvo que ser ingresado el pasado día 28 en la clínica Teknon
de Barcelona con un cuadro médico que le obligó a
permanecer hospitalizado durante 4 días, tal y como ha señalado Vanitatis. No han trascendido los problemas
que padecía el pequeño ya
que todo se ha llevado con el máximo secretismo posible y, de hecho, la propia
Shakira ha tratado de pasar desapercibida durante todo el tiempo.
La salud del primogénito
de Shakira y Piqué se ha visto
afectada tan solo dos días después de que las cámaras lo captaran disfrutando
de un tiempo de juego en la
escuela infantil del F.C. Barcelona. La preocupación de la familia fue
máxima y se ha
podido ver a la cantante entrando
y saliendo en varias ocasiones de la clínica.
La colombiana ha estado arropada por los suyos en todo momento, en especial por su
asistente personal, Sofía Eclair, quien la ha acompañado al hospital en
múltiples ocasiones. Finalmente, parece
que la salud del pequeño ha mejorado y el día 1 de noviembre se le dio el
alta para que pudiera regresar a casa junto a sus
padres y a su hermano Sasha.
Su segunda residencia casi terminada
Este episodio ha empañado la felicidad que sentía la pareja al
ver que su nueva casa, situada en Bolvir, un pueblo del Pirineo catalán, está
casi terminada. El inmueble, valorado en 3 millones de euros,
se convertirá en un lugar de descanso en el que poder huir del ajetreo de la
Ciudad Condal. Además, Shakira y Piqué compartirán este paraje natural con
personajes tan célebres como los Pujol o el peluquero Lluís Llongueras.


