Mohamed Salah, delantero estrella del Liverpool, ha desatado una fuerte controversia tras sus declaraciones posteriores al empate 3-3 frente al Leeds United, en las que dejó entrever una fractura con el club que podría derivar en una salida anticipada. El episodio recuerda a la explosiva entrevista de Cristiano Ronaldo en 2022, la cual marcó el final de su etapa en el Manchester United.
A sus 33 años, Salah fue suplente por tercer partido consecutivo bajo la dirección de Arne Slot, situación que claramente no ha aceptado con tranquilidad. En su intervención ante los medios tras el partido en Elland Road, el egipcio afirmó que el club lo había “echado debajo del autobús” y añadió que “alguien quiere que yo cargue con toda la culpa”. Sus palabras evocan el sentir expresado por Cristiano Ronaldo en 2022, cuando declaró sentirse “traicionado” por el United, declaraciones que precipitaron su salida rumbo a la Saudi Pro League.
Salah, quien ha marcado más de 250 goles desde su llegada al club en 2017, ha visto disminuir considerablemente su producción ofensiva. Esta temporada ha anotado apenas cinco goles en 19 apariciones, y su rendimiento en los últimos meses de la temporada anterior también fue inferior al esperado, con solo cuatro goles en sus últimos 14 partidos. En total, suma nueve goles en sus últimos 33 encuentros con el club desde febrero.
En cuanto a sus declaraciones, el atacante aseguró: “No lucho por mi puesto todos los días porque me lo he ganado. No soy más importante que el club. No soy más importante que nada. Pero me lo he ganado”. Este tipo de afirmaciones han sido interpretadas por diversos sectores como una muestra de descontento y una señal de que Salah no ha asumido plenamente su declive en el equipo.
El técnico neerlandés Arne Slot, quien lucha por mantener su cargo apenas seis meses después de conquistar la Premier League con el club, ha intentado revivir el ataque del Liverpool con fichajes como Florian Wirtz, Alexander Isak y Hugo Ekitike. Sin embargo, ninguno de ellos ha rendido como se esperaba. Ante este panorama, Salah fue relegado del once titular, lo que ha generado una tensión evidente entre el jugador y la directiva.
Más allá de su baja cuota goleadora, Salah tampoco ha destacado por su aporte defensivo, una faceta que, según los analistas, ha quedado más expuesta con la falta de compromiso táctico de sus nuevos compañeros. Los errores defensivos en partidos clave ante Nottingham Forest y Chelsea fueron atribuidos en parte a su escasa participación en labores de recuperación.
La situación actual plantea una disyuntiva para el Liverpool: respaldar a su veterana estrella o confiar en un entrenador que recientemente logró un campeonato liguero. Apostar por un jugador con altos ingresos, en franco declive y próximo a cumplir 34 años, podría representar un riesgo deportivo y financiero considerable.
Las palabras de Salah, en lugar de reforzar su posición, parecen haber debilitado su imagen dentro del club. Como señala el análisis de ESPN, “la única persona que está echando a Salah debajo del autobús es el propio Salah”. Su legado como leyenda del Liverpool es incuestionable, pero su presente lo coloca ante una posible salida que, como en el caso de Cristiano Ronaldo, podría tener como destino el fútbol saudí.


