De norte a sur, por: Guillermo Correa Bárcenas.
El 12 de diciembre es un día especial para la mayoría de los mexicanos
fieles a la Virgen de Guadalupe. En todo el país hay fiestas y peregrinaciones
en su honor y se le reza con la petición de que a todos nos vaya mejor. Es una
fecha especial dedicada a “la morenita”. Y MORENA son las siglas del instituto
político creado por Andrés Manuel López Obrador que precisamente este 12 de
diciembre se registró como precandidato a la Presidencia de la República, ante
las cuestionadas autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE).
Resulta ser su tercer y último, según prometió, intento por llegar al
poder que, sostiene, le han robado en dos ocasiones. Tan cierto que uno de sus
contrincantes reconoció que le ganó “haiga sido como haiga sido”. El otro,
todavía en la silla presidencial, pretende magnificar un fraude anunciado a
menos de siete meses de las elecciones de julio 2018.
Pero el político tabasqueño que lleva alrededor de 15 años recorriendo
el país con la finalidad de conseguir su objetivo se encuentra ya muy a la
defensiva, aunque no deja de tropezar en ocasiones; además de que el apoyo a su
favor se ha multiplicado en la medida de que se hunde el prestigio de quienes
representan al Partido Revolucionario Institucional que en esta ocasión,
carente de valores, ha recurrido a un candidato virtual, que no es del PRI,
surgido de la llamada tecnocracia que tanto daño ha hecho a México al entregar
las riquezas de la Nación a compañías trasnacionales, mientras que al pueblo da
poco pan y mucho circo. Quienes sostengan lo contrario cuenten los onerosos
sueldos y bienes que disfrutan, compárenlos con lo que tienen sus paisanos y
sigan cultivando su macroeconomía.
En esa realidad, de la que se han alejado la mayoría de los partidos
políticos que ahora se han unido en contra del PEJE, es donde radica la fuerza
que dice su abanderado principal, lucha por un cambio en lo político, económico
y social, porque de los resultados del neoliberalismo se ha llegado al
hartazgo. De ahí que con todo y sus defectos vale la pena analizar el Proyecto
Alternativo de Nación del Movimiento de Reconstrucción Nacional (MORENA) con el que se quiere realizar un
nuevo milagro para los mexicanos.
El documento consta de casi 500 cuartillas y fue elaborado por 200
especialistas en los temas que toca con el objetivo de transformar el país.
Muchos críticos lo han calificado como más de lo mismo que ha hecho el PRI en
los últimos 36 años y el PAN durante la llamada docena trágica. De ser así se
disipa entonces el arma política utilizada sin descanso contra AMLO, acusado de
que “es un peligro para México”. Lo cierto es que no lo fue cuando se desempeñó
como Jefe de Gobierno del Distrito Federal, al grado de que muchas de sus
prácticas gubernamentales han sido tomadas por los gobiernos rivales a MORENA y
las han sabido utilizar como freno a la rebeldía social que provoca la pobreza.
Al Peje lo acusan de populista, aunque en la práctica hasta el indigno
Vicente Fox Quezada se sirvió de ese populismo, que en el fondo ni lo es, si se
considera que la calificadora de riesgo Standard & Poor’s –estadounidense–
recién aseguró que aun sin TLCAN y con López Obrador como eventual Presidente de
la República, habrá estabilidad económica en el país, al tiempo de que poco a
poco los empresarios se van convenciendo, y algunos lo demuestran colaborando
con el que nació en Macuspana.
Presume El Peje de que su movimiento
cuenta con una organización social ciudadana y política que se ha
convertido en la gran esperanza para enfrentar el principal problema de México
que es la corrupción política, y de inmediato sus adversarios le recuerdan el
caso de “las ligas” que protagonizó Bejarano sorprendido, y atrapado, por canal
televisivo para difundir un video en el que se le observó recibiendo grandes
cantidades de dinero. Al escándalo siguieron otros de militantes del PRD que ahora se han refugiado
en MORENA, convirtiéndose en asilo de cientos de tránsfugas partidistas. No
obstante, López Obrador insiste en que la fuerza principal del Instituto que
encabeza es su autoridad moral, lo que es verdad si se le compara con lo que ha
sucedido en el PRI, el PAN y el actual PRD, que a diario sorprenden más porque
nadan en la impunidad.
Gracias a ello se valora la petición de construir un acuerdo nacional
para hacer de la honestidad una forma de vida y de gobierno. El terco aspirante
a la Presidencia se ha comprometido a que si gana gobernará con rectitud,
actuará con austeridad y todo lo que se ahorre será para financiar el
desarrollo del país. Y con aire de misticismo religioso expresa que con esta
mueva forma de hacer política se logrará el bienestar material y del alma para
la felicidad de todos.
Entre sus principios rectores se encuentra sacar al Estado del secuestro
en que se encuentra por unos cuantos, hacer que la República sea verdadera y no
falsa; que los poderes constitucionales dejen de estar confiscados por un
grupo; combatir la ilegalidad y el influyentismo político y la riqueza mal
habida, de la corrupción que ha dado al traste con todo y es la causa principal
de la desigualdad social y económica; atacar a pobreza. También una consulta
nacional para determinar el futuro de las reformas estructurales con la
aclaración pejista de que no benefician al pueblo, sino que lo
perjudican, regresar a la diplomacia alejada de las posiciones protagónicas,
con el gobierno de Estados Unidos, respeto y beneficio mutuo; convencer al
vecino de que es mejor una política de cooperación para el desarrollo, en lugar
de la policíaca y militar.
Crear empleos como alternativa a la inseguridad y violencia. No al muro,
redadas y deportaciones de migrantes. Auténtico Estado de Derecho. Nuevo
federalismo. Libre manifestación de las ideas. Diálogo ante todo. Respeto a los
derechos humanos. Auténtica democracia, o sea, no más compra de votos,
autoridades electorales realmente autónomas, fin a la demagogia, nada ni nadie
por encima de la voluntad soberana del pueblo. Erradicar la corrupción con el
fin, entre otros, de no aumentar impuestos y seguir endeudando al país.
En su Plan Alternativo de Gobierno, Andrés destaca los puntos anteriores
y muchos más donde se observa que esos compromisos requieren de varias sexenios
para cumplirse. En algunos falta la forma, el cómo se concretarán. Y, por
ejemplo, expresa en forma categórica que cuando triunfe MORENA en 2018 no habrá
impunidad. Se eliminarán los fueros al Presidente y a los altos funcionarios
públicos. En todo caso, se les juzgará previa reforma al 108 constitucional.
Bonito, pues. Sólo que AMLO propuso en 2016 “perdón” y que no se actuará en
contra de los señalados, además de que hace unos días advirtió que si las
víctimas lo piden tampoco habrá castigo para el crimen organizado.
Por eso es que, con seguridad, hoy millones de guadalupanos rezan porque
no sea así y a la morenita le pedirán el milagro de que con o sin MORENA, se
componga el país
DESDE EL CENTRO
Continúa Donald Trump desestabilizando al mundo,
ahora provocó otra crisis en el Medio Oriente al declarar a Jerusalén capital
de Israel… E insiste con la construcción del Muro para dividir a México de
Estados Unidos… Al final de cuentas Miguel Ángel Mancera se tuvo que resignar,
el candidato a la Presidencia de la República del Frente Unido por la Corrupción
y en contra de AMLO, será el panista Ricardo Anaya…Claudia Sheinbaum,
exdelegada de Tlalpan, se declara lista a contender por el gobierno de la
Ciudad de México con la bandera de Morena.