Al hablar de motivación,
normalmente se piensa en un proceso donde los niveles de autoestima se elevan,
gracias a un factor externo que influye en los estados de ánimo de las
personas. Efectivamente, alguien que motive a una persona o a un grupo hace que
se produzca un estado de ánimo positivo. Sin embargo muchas de las dinámicas y
de los ejercicios que se utilizan para motivar a las personas no duran mucho.
Es común que estos ejercicios se
hagan en grupos pues a veces se requiere de unos cuantos que comiencen con una
actitud adecuada y estos contagiaran la actitud requerida en el grupo. En las
dinámicas de grupo la energía del grupo es crucial para los resultados de los
procesos que se estén ejecutando, y depende mucho del facilitador que los lleve
a las emociones adecuadas para el fin. Ahora, usar estas estrategias no es
malo, sin embargo, al estar en un ambiente contenido por el ánimo de los
presentes hace que por ese momento pierdas de vista lo que realmente te sucede
afuera, en tu vida diaria.
Cuando estas en un retiro o curso
y se hacen estas dinámicas para elevar tu motivación hay que tener cuidado si
luego puedes llevar esta motivación a tu vida diaria. En muchos casos, el
participante estará entusiasmado con la nueva información que aprendió y el
nuevo estado de ánimo le ayudará, momentáneamente, a aplicar dicho aprendizaje.
El problema está que si las personas fueron motivadas nada más, sin darle una
intención a lo que a partir de ahí van a trabajar en su vida, entonces la motivación
no durará mucho.
Otro aspecto que hay que estar
consiente es que la motivación en muchos de los casos es por qué alguien más
está induciendo la emoción en la persona. No es la persona misma quien está
tomando control de su situación para elevar su autoestima. Cuando la persona
está ya en su vida diaria y de vuelta a la realidad, por así decirlo, entonces
podrá regresar a viejos hábitos o a tener los mismos problemas que tenía antes
de participar en dichos grupos.
Zig Zligar tiene un dicho: “La
gente dice a menudo que la motivación no dura. Bueno, tampoco el bañarse. Por
eso lo recomendamos diario”. Aunque me gusta mucho está frase, hay que tener
cuidado. Efectivamente no dura mucho si esperamos que alguien más este
echándonos porras todo el tiempo. Creo que eso no es suficiente. La motivación
debe de salir desde adentro de la persona.
Con el Coaching hacemos que las
personas puedan ver su capacidad de logro a través de tomar control de su vida,
esto es tomar decisiones y tomar acción y hacerse responsables de sus
resultados. En este proceso la persona podrá darse cuenta sobre su capacidad de
lograr lo que se proponía y reconocer en sí mismo su potencial para cumplir
metas, que anteriormente no hubiera sido capaz de lograr. Al estar dando pasos
hacia sus metas sentirá una satisfacción interna que lo motivará a desear
seguir trabajando por lograr el objetivo. Se sentirá capaz de romper con sus
miedos y las creencias que lo limitan para llegar al resultado deseado. Incluso
podrá lograr más de lo que inicialmente se había establecido, provocando
seguridad y confianza en sí mismo, elevando los niveles de autoestima y de
motivación.
Ahora, para que puedas motivarte
de manera continua debes de establecer una meta, algo que desees lograr y que
no sea difícil de lograrlo. Esta meta puede ser un objetivo en tu trabajo, en
tu casa, o contigo mismo como cuestiones de salud o tiempo para ti mismo. El
truco está en establecer pequeños objetivos en el camino para que puedas ser
consiente de tu avance y puedas sentirte bien contigo mismo por tus logros.
Para decirlo de otra manera: un paso a la vez.
Tú tienes el poder de controlar
tu vida… ¡Úsalo!