La pesca furtiva del pepino de mar en Celestún, cobró la vida del joven José Abel Damián Moa, quien no aguantó bucear en aguas profundas y murió ayer domingo.
La muerte de José Abel de 25 años de edad, fue reportada alrededor de las 15 horas en altamar, cuando buceaba a 47 millas náuticas.
Horas más tarde sus compañeros arribaron con la misma embarcación donde “pescaban” para dejarlo a la orilla del puerto de abrigo, donde su mamá, Esmeralda Moa Hernández Damián, tuvo la penosa tarea de reconocer el cuerpo de su hijo.
Hace apenas unas semanas, acompañado de su madre, el joven llegó de Guatemala a Celestún en busca de empleo, pues en su lugar de origen no encontró cómo ganarse la vida.
El centroamericano fue atraído por la fiebre del equinodermo, incluso tuvo participación en Dzilam de Bravo, puerto ubicado al oriente de la entidad.
La causa de su fallecimiento fue por una descompresión. Entrada la noche personal de la FGE y del Servicio Médico Forense, acudió hasta la dársena para las diligencias de Ley.