Martes 180 contagiados de coronavirus, miércoles 203. El boletín oficial viene acompañado de la siguiente explicación: Antes hacíamos pruebas al 10 por ciento de los pacientes y ahora al 20. Esto se refleja en los números pero cortará oportunamente la cadena de contagios.
Lógica válida en ambos sentidos. A mayor número de pruebas mayor número de contagiados y a mayor número de contagios menos quedarán por contagiarse. Y si como dicen, el virus no repite, ya tengo la solución al problema.
Hagamos pruebas al cien por ciento de los pacientes de una buena vez, los aislamos a todos, se mueren quienes tengan que morirse, de una buena vez también, y ya. ¿Les parece cruel? Es la más pura lógica oficial, pero tiene sentido.
Si duplicando las pruebas de 10 al 20 por ciento de los pacientes, aumentamos de 50 ó 60 contagios diarios hasta 200, lo que cuadruplica el número, imagínese siguiendo esa proporción matemática que número se alcanzaría si la prueba se les hiciera a todos los pacientes sintomáticos.
Queremos creer en esa lógica oficial y que nada tienen que ver ciertas medidas como la apertura económica que devolvió a las calles a miles y miles de yucatecos que salen, la gran mayoría, en busca de sus sagrados alimentos, que nada tiene que ver combis y autobuses atiborrados, ni los mercados, ni la calles del Centro de Mérida de reducidas aceras, ni el libertinaje con el que muchos tomamos estas nueva realidad.
La lógica oficial nos da la solución al problema, es la medida ideal y necesaria para acabar con el virus. Si el dinero que se gasta en apoyos de todo tipo lo invertimos en comprar las pruebas necesarias, antes de que salga el Sol estaremos todos sanos y salvos. Bueno, no todos, quizá yo no, pero muerto el perro se acabó la rabia.
