Cantamayec,
Yucatán, a 21 de noviembre.- Con esfuerzo
y ganas de salir adelante un grupo de nueve mujeres de Nenelá ven crecer su
granja de aves de la cual obtienen el alimento para sus hogares y también
ingresos con la venta de los pavos y pollos que mejoran la economía de su
hogar.
Margarita
Bacab, María Cauich, Fernanda Cox, Estela Sulub, Wilma Cat, Yolanda Cauich,
María Esther Cauich, Blanca estela Cox y Magdalena Cat iniciaron el proyecto en
2014 con un recurso por 150 mil pesos que se consolidó este año con un segundo
apoyo de 120 mil pesos del Programa para el Mejoramiento de la Producción y la
Productividad Indígena (PROIN).
Al inaugurar
la segunda etapa del espacio de engorda de aves denominado “Los Beh de Nenelá”,
el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Mauricio Sahuí
Rivero, subrayó que la productividad y empleabilidad son una prioridad para el
desarrollo de las familias yucatecas.
“Cuando
vemos a mujeres emprendedoras que sacan adelante estos proyectos y a la par son
madres de familia nos permite ver que Yucatán cuenta con gente productiva que
tiene el ímpetu de prosperar y eso es lo que buscamos con estos esquemas
que puedan mejorar su calidad de vida”, puntualizó.
El
funcionario estatal indicó estas historias de éxito son posibles gracias a la
unión de esfuerzos entre el Gobierno federal y estatal por lo que se seguirá
trabajando en este tenor para que más mujeres tengan la posibilidad de sumarse
a las actividades productivas del estado.
“Con este
trabajo en conjunto con el Gobierno del Estado a través de la Sedesol y
la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) este año
se impulsarán 44 proyectos pertenecientes a grupos de comunidades indígenas de
25 municipios y esto nos llena de mucha satisfacción”, enfatizó.
La
presidenta del grupo de trabajo, Margarita Bacab Abán, indicó que tiene cuatro
hijos Jesús Alfredo, Rafael Alberto, Delmy y Yanelli los cuales ahora tienen
una oportunidad para vivir mejor.
“Actualmente tenemos unos 200 pavos y pollos y
ya estamos vendiendo lo que nos pone muy felices porque nuestros hijos pueden
crecer mejor, antes solo podía apoyar a mi marido que trabajaba en la milpa con
mi bordado, pero ahora es diferente estoy muy agradecida por todo lo que está
sucediendo”, expresó.