El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, testificó por primera vez en su prolongado juicio por corrupción en el Tribunal de Distrito de Tel Aviv. Netanyahu enfrenta cargos de fraude, abuso de confianza y soborno en tres casos distintos, conocidos como los casos 1000, 2000 y 4000. Durante su declaración, calificó las acusaciones como “absurdas” y afirmó que son parte de una persecución política en su contra.
El juicio, que ha estado en curso durante casi cinco años, se desarrolla en un contexto complejo para Netanyahu, quien también está gestionando conflictos en Gaza y otras regiones. A pesar de solicitar múltiples aplazamientos debido a la situación de seguridad, el tribunal ordenó que Netanyahu testifique tres veces por semana.
Netanyahu es el primer primer ministro en funciones de Israel en enfrentar un juicio penal. Las acusaciones incluyen la recepción de regalos de empresarios adinerados y la promoción de regulaciones favorables a cambio de una cobertura mediática positiva. El juicio ha polarizado a la sociedad israelí, con partidarios que lo ven como una víctima de una caza de brujas política y opositores que exigen su dimisión.