La tensión aumentó en el Santos Futebol Clube luego de la derrota sufrida este domingo frente a Flamengo por 3-2, en un duelo clave por la permanencia en la Serie A del fútbol brasileño. El foco de la polémica estuvo en Neymar, quien mostró su molestia al ser sustituido y decidió abandonar el campo directamente rumbo a los vestuarios, sin permanecer con sus compañeros en el banco de suplentes.
El delantero, que volvió a la titularidad tras casi dos meses de inactividad por problemas físicos, tuvo un rendimiento activo durante la primera mitad, incluyendo dos oportunidades claras de gol. Sin embargo, el entrenador Juan Pablo Vojvoda decidió reemplazarlo a cinco minutos del final del encuentro, cuando el marcador ya mostraba una desventaja de tres goles para el equipo paulista.
La reacción del número 10 fue inmediata: visiblemente contrariado, se dirigió al vestuario sin esperar el final del partido ni saludar a sus compañeros o al cuerpo técnico. Esta actitud generó críticas por parte de algunos sectores de la prensa y la afición, aunque el técnico argentino defendió al jugador en la conferencia posterior al encuentro.
“Es lógico que esté decepcionado, como lo estaría cualquier otro jugador, pero yo soy quien decide quién tiene que salir. Considero totalmente normal que esté frustrado. Es más, tiene que ser así, muchas veces, siempre con respeto”, expresó Vojvoda ante los medios. A su vez, aclaró que “no fue irrespetuoso ni nada parecido, el respeto está y los jugadores quieren jugar y ayudar en este momento muy difícil para el club”.
La situación deportiva del Santos es crítica. Con solo cinco jornadas restantes en el campeonato, el equipo se encuentra en zona de descenso, a dos puntos de la salvación que actualmente marca Vitória, aunque cuenta con un partido menos. La continuidad de Neymar en el club podría verse afectada si no se logra mantener la categoría, ya que el futbolista tiene como objetivo llegar en plenitud al Mundial de 2026.
En contraste, Flamengo celebró una victoria fundamental que le permitió alcanzar a Palmeiras en lo más alto de la tabla. Ambos clubes se preparan además para disputar la final de la Copa Libertadores, programada para el sábado 29 de noviembre en Lima.
La recta final del campeonato promete ser intensa, tanto en la lucha por el título como en la pelea por evitar el descenso, con el Santos y Neymar como protagonistas de una historia que aún tiene capítulos por escribirse.


