Caracas, Venezuela, a 31 de julio de 2024.- El presidente venezolano Nicolás Maduro enfrenta una crisis de credibilidad tras las elecciones del pasado domingo, donde fue declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Diversos gobiernos y organizaciones internacionales, incluida la Unión Europea y las Naciones Unidas, han cuestionado la transparencia de los resultados y han pedido la divulgación de las actas de votación.
Las actas, que representan el 84% del total y están disponibles en línea, muestran una victoria del opositor Edmundo González Urrutia con al menos el 70% de los votos. La negativa del CNE a publicar los resultados completos y las acusaciones de represión violenta contra manifestantes han intensificado el rechazo global hacia el gobierno de Maduro.
Desde México, Brasil, Colombia y Chile, hasta la Unión Europea, Estados Unidos y las Naciones Unidas, la comunidad internacional ha pedido al gobierno de Maduro y al CNE que transparenten los resultados electorales. La oposición ha recopilado pruebas que sugieren una amplia victoria de González Urrutia, a pesar de que el CNE proclamó a Maduro como presidente electo antes de finalizar el conteo.
El Centro Carter, una organización civil estadounidense con experiencia en observación electoral, emitió un informe contundente declarando que las elecciones no pueden considerarse democráticas y que no se adecuaron a los estándares internacionales de integridad electoral. Este informe añade presión al gobierno de Maduro, que ya enfrenta numerosas críticas por la gestión autoritaria y las condiciones de pobreza en Venezuela.
En Venezuela, las protestas por los resultados electorales han sido reprimidas violentamente por las fuerzas de seguridad del presidente, resultando en la muerte de al menos 11 manifestantes y la detención de cerca de 200 personas. La oposición, liderada por González Urrutia, continúa denunciando fraude y recopilando pruebas para desafiar los resultados oficiales.
El exvicepresidente de Colombia, Francisco Santos, ha afirmado que el gobierno de Maduro está elaborando actas de votación falsas para presentarlas como auténticas ante observadores internacionales. Esta estrategia, de ser confirmada, podría agravar aún más la crisis política y aumentar el aislamiento internacional de Venezuela.
Ante el cúmulo de evidencias de fraude electoral, la pregunta sobre el futuro de Venezuela y de Maduro es cada vez más apremiante. Analistas y académicos coinciden en que Maduro se aferrará al poder a cualquier costo, debido a las graves implicaciones legales y patrimoniales para él y su círculo cercano en caso de perder el control del gobierno.
Mientras tanto, el discurso oficial sigue culpando a la oposición de intentar desestabilizar la Revolución Bolivariana, un argumento cada vez menos sostenible ante la realidad de la corrupción, pobreza y autoritarismo en Venezuela. Las tensiones internas y la presión internacional podrían llevar a una escalada de la crisis política en el país.
