Nikola Jokic ha alcanzado un nivel que lo sitúa, sin discusión, como el mejor centro de la historia de la NBA. El pívot serbio de los Denver Nuggets, tricampeón del MVP y campeón de la NBA en 2023, ha superado a leyendas como Shaquille O’Neal, Kareem Abdul-Jabbar, Hakeem Olajuwon, Wilt Chamberlain y Bill Russell, no solo por sus estadísticas, sino por su inigualable versatilidad y comprensión del juego.
Con un promedio de 11.1 asistencias por partido, Jokic ha redefinido el concepto de pívot tradicional. “Es la síntesis del básquetbol total”, se afirma en el análisis, destacando su capacidad para anotar de espaldas y de frente al aro, lanzar como un escolta de élite y asistir como los grandes armadores de la historia. “Tira como Larry Bird, pasa la pelota como Magic Johnson y tiene el tamaño de Tim Duncan”, se añade en una comparación que resume su carácter único.
A diferencia de otros centros históricos, Jokic juega a su ritmo. Su estilo es pausado, casi quirúrgico, aprovechando la velocidad de los demás para sacar ventaja. “Hace todo a cámara lenta, como un mago que desafía al espectador a que adivine sus trucos”, describe el informe.
El análisis compara uno a uno a Jokic con otros referentes de la posición:
- Shaquille O’Neal dominó con su potencia y ganó cuatro campeonatos, pero su juego era unidimensional. Jokic, en cambio, suma recursos ofensivos y una visión de juego superior.
- Hakeem Olajuwon, conocido por su defensa y movimientos en el poste, no contaba con tiro exterior ni era un pasador destacado.
- Kareem Abdul-Jabbar, máximo anotador histórico hasta 2023, necesitaba de armadores para rendir. Jokic anota, asiste y lidera por sí mismo.
- Wilt Chamberlain, autor de hazañas inigualables como los 100 puntos en un partido, tenía un físico privilegiado pero menor impacto colectivo.
- Bill Russell, ícono cultural y once veces campeón, dominaba en defensa, aunque ofensivamente no imaginaba un juego como el de Jokic.
Aunque varios de estos jugadores superan a Jokic en logros colectivos, como títulos o defensas legendarias, el serbio brilla por su dominio integral del juego. La lectura táctica, el entendimiento del espacio y el talento para involucrar a sus compañeros lo convierten en una figura única.
La evolución del baloncesto ha encontrado en Nikola Jokic a su pívot más completo. “Anota él, pero más que eso hace jugar a todos”, se destaca. Su porcentaje de acierto desde la línea de tres puntos, un impresionante 43.8%, refleja su adaptación moderna. Ya no es simplemente un centro dominante: es el nuevo estándar.
La historia continúa escribiéndose, pero el presente ya es claro. Nikola Jokic no solo representa la evolución del rol de centro en la NBA. Hoy, según el análisis, es el mejor que ha existido.
