… uno de los mayores del colegio iba a debutar como novillero. En un pueblo sevillano. Era una magnífica oportunidad para él, soñaba el toreo. Admiraba al Juli y a Talavante. Estaba feliz! Los compañeros juntaron dinero para regalarle un detalle por ese día, irían muchos a verle. Solo una chica no aportó nada, dijo estar enferma y haber olvidado la cartera y alguna otra cosa…
Pasada aquella tarde tan taurina, el joven dejó un sabor ideal y muy gratas impresiones, todo el grupo fue de visita a un convento de monjas un sábado a la tarde. Les mostraron salas tan bellas, reliquias hermosas y de gran valor.. una biblioteca muy antigua. Compraron dulces para ayudar a las monjas. La misma chica no quiso comprar, en verdad no le apetecían.. Afirmó..
Una semana después los primos de una de las niñas más queridas del colegio ofrecían un concierto. Se trataba de un grupo nuevo. Pop con aire flamenco. Estaban empezando.. eran muy detallistas, convidaron a todo el grupo. Se decidió llevar unas cajas de chocolate y unas flores, todos aportaron dinero. Excepto la chica de siempre, tenía gastos de última hora…
Y tal. Y cual. Una tarde quedaron varios de la pandilla en el parque y escribieron un poema que se llamó “No a la tacañería”.. Divertido!!
La tacañería es horrible. Y se detecta en un pestañeo! Nada más bello que la generosidad!
Dedicado a las personas generosas, tengo la suerte de adorar a varias que lo son mucho!!!
Por ejemplo mis Ana y Jose
Dedicado a mi querida amiga María Basurto, muy generosa
A mi hermana, pura generosidad
A mis grandes amigos sevillanos: alma y nobleza
A mi Luisito, con un beso
A mi querido Juli y a mi mago
A mi querido sobrino Carlos Corradini
A las monjas, grande su generosidad!
A Lama de Gòngora, pronta recuperaciòn
Y a cada novillero que sueña