“Jugaban en el patio a diario… Se trataba de un lugar seguro y tranquilo muy espacioso.. Los más pequeños se divertían en toboganes y balancines, otros algo mayores con el fútbol o la bicicleta, algunos jugaban a torear, varios coleccionaban cromos, el escondite, miles de entretenimientos clásicos.. y los adolescentes jugaban a enamorarse mientras comían pipas y enviaban whatsapp’s…
Todo cambió una tarde..
El niño nuevo llegó de algún sitio lejano.. era de gesto adusto y escasa sonrisa. De gustos muy extraños. Impuso su ley. De repente la orden no escrita que todos acabaron cumpliendo era vestir de una determinada forma. Con unos determinados colores. Muy feo todo! Había que hacer lo que él ordenaba. Escuchar una música muy vulgar sin ritmo ni son ni sal.. Ya no había combas, ni muñecas, ni guitarras…
Todo se hizo gris. Horrible. Sin alma…
Lourdes llegó el viernes, como siempre. Ella pasaba en aquel pueblo un fin de semana al mes, con su tía. Sus amigas del patio habían perdido la ilusión, lucían apagadas. Ninguna risa alegraba la tarde. No se oían canciones flamencas. La niña, de doce años, poseía una gran personalidad. Bajó con su precioso vestido rosa y se puso a leer su cómic de caballos. Sin normas. Sin imposiciones…
No es la verdad!- dijo.- Lo que ese muchacho propone no es la verdad absoluta. Hay otras formas de hacer las cosas…
Poco a poco, y tímidamente, regresaron a los terrenos de juego las rayuelas, las pláticas divertidas, los balones… Todo volvía a la normalidad…”
Marta acabó de leer su historia y el profesor la alabó mucho. Estaban tratando el tema de las sectas, qué peligrosas son! Qué miedo dan! Y qué importante es ser fiel a uno mismo y a los de siempre…
Dedicado a Marta y Lourdes
Dedicado a mi Luis
A mi amiga Ascen, los divinos juegos de sus hijos me inspiraron la historia
Dedicado a mi familia
Dedicado a los niños que juegan al toro, en especial al artista Curro
Dedicado a las personas con personalidad…
