Comparto con profunda tristeza el fallecimiento de Don Raúl Efrén Casares G. Cantón, quien fue un pilar del desarrollo #económico y #cultural del sureste del país, pero sobretodo un gran amigo.
Don Raúl falleció el veinticuatro de junio a la edad de ochenta y dos años por motivo de una enfermedad; el cuerpo fue velado en su residencia ubicada en la avenida Pérez Ponce de ésta ciudad capital.
Hijo del matrimonio entre el señor Eduardo Casares Martínez de Arredondo y la señora Elda G. Cantón Campos, y hermano de los difuntos Elda María, Eduardo, y Juan Alberto. El veintisiete de enero de 1962 contrajo nupcias con Ileana Vales Duarte, con quien tuvo cinco hijos: Raúl Eduardo, Ileana, Mauricio José, Esteban, y Alejandra.
Don Raúl Casares fue un empresario excepcional desde temprana edad, lo que le permitió presidir la Cámara Nacional de Comercio de Mérida en 1971 cuando tenía solo treinta y un años, convirtiéndose en el presidente más joven de la historia de la cámara. A lo largo de su vida encabezó proyectos empresariales en distintas industrias como la maderera, la de distribución alimentaria, y la turística, consolidando importantes marcas como Kekén, y conocidos negocios cómo el Hotel Misión Mérida del Parque.
Las aportaciones que Don Raúl hizo a la promoción de cultura en el Estado sin duda serán apreciadas por generaciones. Formó parte del grupo de empresarios que impulsó la creación dela Orquesta Sinfónica de Yucatán, y posteriormente se convirtió en presidente del Patronato de la Orquesta Sinfónica de Yucatán #FIGAROSY. También presidió la fundación Fernando Castro Pacheco, creada para exponer y mantener las obras del difunto artista yucateco que da nombre a la fundación.
Probablemente la aportación cultural más importante de Don Raúl fue su esfuerzo para impulsar la enciclopedia alfabética publicada en 1998 titulada “Yucatán en el tiempo”. Ésta obra de seis tomos, editada por Juan Duch Colell (Su entrañable amigo), Michel Antochiw, Fernando Espejo, y Silvio Zavala Vallado, ilustra la historia y el presente de nuestra región peninsular, convirtiéndose en un referente para quien pretenda adentrarse en la materia.
De igual forma, fue parte del consejo fundador de la ahora Universidad Anáhuac Mayab, la cual le otorgó en el año 2012 un doctorado Honoris Causa en Ciencias Económicas. El mismo año encabezó una campaña de concientización denominada “Actúa X Yucatán” encaminada a promover el voto ciudadano en la elecciones de ese entonces.
No puedo decir menos que extrañare las múltiples comidas y tertulias que acompañaba a mi padre con su amigo Raul y luego, a la muerte de mi padre el honor de ser invitado muchas veces y me compartió un poco de la mucha sapiencia de la que gozaba; extrañare escuchar la poesía que tanto declamaba en cada ocasión que nos sentábamos a departir tanto en el comedor de La Revista (Que siempre ha sido su casa), como en el muelle 8 o en el comedor de su casa.
No puedo decir menos que Don Raul influyo en gran medida a mi formación junto con otros personajes yucatecos así como del altiplano.
Don Raúl será extrañado por muchos de nosotros, pero su recuerdo prevalecerá a través de los esfuerzos que hizo en vida, lo cual representa una alegría pues la huella que dejó su trabajo no será borrada pronto. El me enseño que había que defender la aldea propia aunque las flechas no hayan salido de mi arco, hoy intentare seguir sus enseñanzas. Externamos nuestras más sinceras condolencias a su esposa Doña Ileana, y a sus hijos Ileana, Raul, Mauricio, Esteban y Alejandra.
A don Raul le diría que no es un adiós, es un hasta luego. Y por todo, Gracias (RMC)