Por: Marco A. Cortez Navarrete.
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Tomando como base lo expresado por el gobierno del estado conjuntamente con cámaras empresariales y otros sectores de la comunidad yucateca y sin el afán de verme como un profesional y mucho menos experto en el tema de la pandemia de COVID-19 quiero decir que tenemos ante nosotros una nueva gran oportunidad para reactivar la tan lastimada economía y salir adelante, siempre y cuando antepongamos la salud personal y la salud de las personas que nos rodean, esto es cuidarte y cuidar de los demás y que los demás aprendan a cuidar de ti.
Fue en una ceremonia donde el jefe del ejecutivo signó un acuerdo vital con el representante del Consejo Coordinador Empresarial, este pacto se estableció buscando reactivar la economía yucateca instalando lo que hoy se conoce como el Acuerdo para la Reapertura Económica Segura de Yucatán, disposiciones que, se dijo, entrarán en vigor a partir de septiembre. Es una segunda gran oportunidad, en la primera, recordemos, la regamos, todos, ahora va de nuevo con la advertencia que si volvemos a cometer los mismos errores tal vez no haya una tercera oportunidad y entonces sí la economía y sobre todo la salud estarán en muy serios problemas.
Al cierre de esta edición, hay 2 mil 58 defunciones y 15 mil 425 contagios del virus SARS-CoV-2, causante del COVID-19; nadie, absolutamente nadie, pensó que en nuestra entidad se llegara a estas cifras como tampoco nos imaginamos que en México 63 mil 146 seres humanos hayan perdido la vida, de un pronóstico inicial de 8 mil dado por las autoridades federales; siento que ni la OMS, ni los gobiernos, estados y demás, imaginaron el tamaño de esta tragedia que ya cobró la vida de 813 mil 789 personas en todo el planeta.
La esperanza se ha depositado en la vacuna que ha puesto a trabajar a marchas forzadas a decenas o tal vez cientos de científicos en todo el mundo y de varias industrias o empresas farmacéuticas, está de más recordarlas y también a los países aunque todos sabemos que son las potencias de siempre: Rusia, Estados Unidos y China, quienes lideran y a la vez se disputan la creación de este recurso que ponga fin a tanto dolor y muerte y a tanta pobreza, cada vez en aumento, en todos los sectores y rincones del orbe, especialmente en aquellas regiones que históricamente han sido consideradas como parte del tercer mundo, es decir, donde la marginación y la pobreza imperan en las calles y en los hogares.
Regresando el tema local, a este nuevo intento por reactivar la economía de Yucatán y sobre todo tratar de contener un mayor número de contagios, tomaré algunos segmentos expresados por el responsable del ejecutivo y que, para mí, dejan claro el objetivo: “que la gente tenga la oportunidad de salir a la calle a ganarse su ingreso y que los entornos laborales sean seguros con protocolos de higiene y prevención, es decir, hacer que las cosas funcionen para la salud y para la economía en todos los municipios del estado”.
¿Parece fácil, verdad?, pero en realidad no es tan así, de sencillo. La gente, nuestra gente, nosotros, todos nosotros, debemos adoptar ya de una buena vez y para siempre hábitos de higiene, los cuales parecen tan sencillos y fáciles pero que, hasta antes de la pandemia de COVID-19, no eran vistos como en realidad son, una necesidad en la salud del ser humano. Ahora más que nunca, por todos y cada uno de los integrantes de nuestras familias, de nosotros mismos, de la sociedad y del mundo entero, tenemos la obligación de incorporar a nuestra cultura hábitos que hasta hace algunos meses ocupaban un segundo o tercer término en nuestras vidas.
Otro concepto que no debemos perder de vista y que ya cité líneas arriba es que “en esta nueva etapa, en la que se busca darle a todos los yucatecos la oportunidad de salir adelante, NO PODEMOS EQUIVOCARNOS, por lo que llamo a NO RELAJAR LAS MEDIDAS PARA EVITAR PONER EN RIESGO NUESTRA CAPACIDAD HOSPITALARIA, expresó el gobernador Vila Dosal; creo que en estas palabras está en buena medida la clave del éxito o no del pacto y de la reactivación económica protegiendo ante todo la salud de niños, jóvenes, personas adultas y ancianos así como gente que sufre enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad, etc., etc., y donde los yucatecos ocupamos desde hace muchos años los primeros lugares no tan solo a nivel nacional sino a nivel mundial.
Para mí el tema de la pandemia es un tema de Estado y cuando hablo de Estado me refiero, obvio al Gobierno Federal, a los gobiernos estatales, municipales y demás órganos gubernamentales, pero también hablo de la ciudadanía de los habitantes del país, de las entidades federativas y de los municipios y comisarías, todos, absolutamente todos, somos responsables de lo que está sucediendo. Creo que el gobierno o los gobiernos tienen la obligación de implementar y supervisar planes y programas encaminados a combatir y prevenir los problemas, en este caso la pandemia, pero también los ciudadanos tenemos la obligación de contribuir y de colaborar para que las estrategias o programas establecidos puedan lograr sus metas y objetivos. Solo, el gobierno, por sí mismo, no solucionará la situación, es fundamental la participación de todos los integrantes de la comunidad y/o comunidades. Si queremos salir de esta y de otras más que seguramente vendrán más adelante, tenemos que obligarnos a participar y contribuir en la o las soluciones.
Hasta aquí mi aportación, les deseo mucha salud y larga vida y mis oraciones para todos aquellos se nos han adelantado. Por ellos y en su memoria debemos luchar, con todo y con todos.
Hasta la próxima