Tijuana, México, 30 nov (EFE).- En el marco de su visita a la ciudad fronteriza de Tijuana, el Nuncio Apostólico en México, monseñor Joseph Spiteri, hizo un llamado a respetar los derechos de los migrantes y brindarles protección internacional. El representante del Vaticano y del papa Francisco arribó a la ciudad el viernes y, este sábado, visitó el Desayunador Salesiano Padre Chava, un albergue que acoge a migrantes y deportados. En este lugar, Spiteri sostuvo un encuentro con personas en situación de movilidad y enfatizó la importancia de defender su dignidad.
Durante su discurso, Spiteri destacó que la migración ha sido una preocupación constante para la Iglesia y la Santa Sede. “El papa Francisco mismo es hijo de migrantes, como muchos en el mundo, y particularmente México es un país con flujos migratorios constantes”, expresó el Nuncio, subrayando el caso de Tijuana como un ejemplo de la fuerte migración interna que caracteriza al país.
Monseñor Spiteri también recordó que la migración es un derecho humano fundamental, reconocido en diversas cartas internacionales, ya que muchas personas migran en busca de un futuro mejor para ellos y sus familias. “Es importante garantizar el derecho a quienes desean mejorar su vida”, afirmó, resaltando que, a pesar de las normativas sociales y civiles, el respeto por la dignidad humana debe prevalecer.
El Nuncio hizo énfasis en que el papa Francisco ha instado a los líderes mundiales a respetar a los migrantes, reconociendo que los países desarrollados necesitan la migración para su crecimiento, pero deben también garantizar la dignidad de las personas que migran. “Los migrantes deben ser tratados con respeto, no solo en términos de apoyo físico, sino también en términos de su regularización legal”, señaló.
En su visita a Tijuana, Spiteri también abordó el tema de los desplazamientos forzados internos en México, un fenómeno que ha cobrado relevancia en el país en los últimos años. El Nuncio recordó que este asunto fue uno de los principales temas tratados por los obispos de México en un reciente encuentro con la presidenta Claudia Sheinbaum. “Se le pidió a la presidenta que se atienda la necesidad de proteger a las comunidades desplazadas, especialmente a las mujeres, madres y niños, que son los más vulnerables en estos casos”, comentó Spiteri.
Aunque reconoció la complejidad de la situación, el Nuncio apostó por una mayor conciencia social y gubernamental sobre el problema de los desplazamientos forzados, que afectan no solo a las comunidades indígenas, sino a diversas poblaciones en México.
Al final de su visita, Spiteri envió un mensaje de esperanza a los migrantes, alentándolos a buscar ayuda y a no perder nunca el ánimo. “Cada persona tiene su historia y, para nosotros, es un hijo o hija de Dios. Queremos ayudar a todos, aunque no siempre sea posible. Que no se queden aislados y busquen siempre el apoyo que necesitan”, concluyó.
La visita de monseñor Spiteri a Tijuana, en el contexto de una de las zonas más sensibles de la migración en América, resalta el compromiso de la Iglesia Católica en defender los derechos de los migrantes y en hacer un llamado a la solidaridad y la empatía ante la compleja situación que enfrentan millones de personas en su búsqueda de una vida mejor.