El general Oleksandr Syrskyi, comandante en jefe del ejército ucraniano, reveló en una entrevista exclusiva con CNN la estrategia detrás de la reciente incursión en Kursk, una región en territorio ruso. Según Syrskyi, la operación tuvo como objetivo principal debilitar la capacidad ofensiva de Rusia, que planeaba lanzar un ataque desde esta región. Además, la incursión buscó desviar la atención de las fuerzas rusas de otros frentes importantes del conflicto, especialmente en el este de Ucrania.
La incursión en Kursk, que tomó por sorpresa tanto a las autoridades rusas como a analistas internacionales, también pretendía crear una “zona de seguridad” y evitar bombardeos a objetivos civiles ucranianos. “Trasladamos los combates al territorio enemigo para que pudiera sentir lo que nosotros sentimos cada día”, expresó Syrskyi, subrayando el éxito de la operación. A pesar de la superioridad numérica y de equipo de Rusia, Ucrania se ha enfocado en emplear tácticas más inteligentes, maximizando el uso del terreno y los recursos limitados para contrarrestar las ventajas rusas en personal y armamento pesado.
La incursión, que se considera una de las más audaces de Ucrania en el territorio ruso, ha elevado la moral del ejército y de la población ucraniana, según destacó Syrskyi. Este frente ha demostrado la capacidad de Ucrania para forzar a Moscú a redirigir sus fuerzas, lo que también ha reducido la intensidad de los bombardeos rusos en otras áreas conflictivas como Pokrovsk, donde el ejército ucraniano ha logrado detener los avances rusos en los últimos días.