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Oscurantismo energético

Ramses Pech
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Por: Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech architect.

Estamos por empezar una época en encontrar
prácticas deliberadas en el evitar que determinados hechos y conocimientos sean
difundidos a la población, y con el sentido de dejar todo al acto de defender
ideales, posturas o conductas irrazonables, absurdas o retrógradas en el mundo
y en Mexico.

Al parecer no estamos y estaremos comprendiendo
que la naturaleza tiene energía acumulada, y que por medio del desarrollo
tecnológico creado por el ser humano, ha podido ser transformada para su
uso en la cotidianidad en el mundo. Un proyecto energético, no es concebido
para que pase un alto periodo de tiempo en litigios o discusiones de su
procedencia. Estos deben ser adaptados en forma continua bajo dos conceptos, el
quién y el cómo producirás energía.

Un bien de un ser humano no significa el hecho de
concederlo por el simple razonamiento de existir, debe ser parte integral de su
conocimiento de vida, en el poder comprender y en el entender para que y el
cómo fue obtenida para su utilización.

En México continuamos teniendo una indómita
relación en la parte legal del todo. A donde las leyes son colocadas para
dictaminar las actividades de la sociedad para un sentido de litigar en
juzgados buscando culpables, y no de soluciones. En este aspecto en el sector
energético no había precedentes, y estamos aprendiendo en este sentido, pero
con la misma tendencia que estamos acostumbrados. Nuestro principal socio
comercial y vecino, tiene más de 4 décadas de experiencia en el cómo el
facilitar para tener proyectos en forma legal para la sociedad e nación.  

La comisión federal de electricidad no es el
problema. Ella es una empresa que ha sido utilizada para tratar de dar un bien
común a la población, pero en la realidad ha sido usada en los últimas décadas,
como un intercambio de mitigación social en los costos de la generación,
transporte y suministros a todos los
usuarios finales. Tomando como una bandera de apología en el hecho de mantener
los costos de la electricidad que puedan ser accesibles a la población, y al
mismo tiempo puedan mantener a una inflación controlada[1].

Hoy el precio de la electricidad en el sector doméstico
a esta fluctuando entre los 2.50 a 2.80 pesos por KWh en México. Pero a
esto debemos de recordar que en ciertos periodos del año, existe lo que se
llama ayuda gubernamental, y que podemos observar cada uno de nosotros en
nuestros recibos de luz. Este dinero adicional que aporta el gobierno a cada
uno de nosotros retorna a la empresa productiva del estado por medio de un subsidio
directo en los ingresos de la empresa dentro de su balance financiero. ¿Cuánto
deberíamos de pagar? Si no existiera este estímulo a cada usuario. En EUA, el
costo de la electricidad ha mantenido entre 2.80 a 2.90[2]
pesos en el mismo sector, pero hemos de recordar que este mercado, el gobierno
no subsidia en forma directa al usuario final.

Nuestro vecino al día consume de alrededor de 28
MMMpcd de gas natural para generar electricidad[3],
y en México de 1.8 MMMpcd. El costo del gas natural en enero del 2021 era
de alrededor de 3 dólares por MMbtu, y  2022
en el mismo mes arriba de los 5 dólares (abril ha mantenido por arriba de
los 6).

Este incremento en la materia prima, de casi del
100%, debería ser el motivo de discusión en México al ¿Cómo?, y no ¿Quién?

México deberíamos de pensar en los cambios
radicales que en los últimos 45 días han pasado. Rusia dejará de vender gas a
la unión europea, y estos países, en conjunto con EUA, están escribiendo la
nueva historia del cómo generar energía en el mundo[4].

Muchos dicen que al TMEC, es un simple tratado
que no es afectado por las decisiones en los cambios estructurales de las
regulaciones. La realidad económica por definición del acuerdo es  definida como del tipo comercial, y que cuenta con términos y
condiciones a cumplir desde el 2020. En el tratado actual contempla a la
energía, y en el anterior no existía en ningún capítulo al respecto[5].
Hoy debemos de comprender que el futuro no depende de las circunstancias
actuales de una administración, sino las de la futura que tendrá que visualizar
el cómo ratificar en 2026 la relación comercial. Siempre y cuando, no existan
en el corto plazo mesas de trabajo, controversias o demandas en instancias
internacionales ante afectaciones que se puedan originar por los cambios
actuales.

Mi pregunta: “Un proyecto energético, es para un
gastar en litigios con un gobierno”. Si la CFE, toma la batuta de las
inversiones, no estaremos regresando al oscurantismo de las licitaciones, y
todos de nuevo dependeremos de las decisiones de la burocracia que existe
legalidad o no. No será mejor que privados asuman los riesgos legales, técnico,
financiero y operativos.

El mundo financiero no busca lugares que en
cualquier momento pasen un mayor tiempo litigando, y aumentando los costos y
tiempos para poner en marcha un proyecto para el bien común de una población
que asegure un desarrollo para un crecimiento económico.

El ¿Cómo?, no significa
como generar la energía, ahora debemos de comprender que debemos adiciona una
tercera pregunta ¿Cuánto? Debemos de contaminar para obtener a esta para su
uso. En México solo hablas del ¿Quién? Pero no existe un plan de igual forma del
largo plazo que involucré a estas tres preguntas. Esto mismo lo estamos
observando en el oscurantismo de la utilización de combustibles fósiles para el
empleo de motores de combustión. Decimos que estamos dando estímulos
adicionales, y dejamos de cobrar el IEPS, teniendo un posible acumulado para el
22 de abril de alrededor de 50 mil millones de pesos
[6]. Lo único que estamos haciendo en el presente es cubrir la
demanda, pero no el cómo dejar de contaminar.

México requerimos mejora a los combustibles actuales
que salen de las refinerías de nuestro país. A lo cual debemos el poder tener
acceso a biocombustibles, oxigenantes, y alternativas que puedan en forma
paralela el cambio de transición a carros eléctricos, todo con el simple hecho
de mejora la calidad del aire como un bien común de largo plazo.

El oscurantismo está vigente, depende cada uno de
nosotros que quieren transmitir de conocimiento a la población, debido a que el
hoy no está cambiando el futuro de la nación.

Un acuerdo comercial no es firmado bajo una
ideología, son planteamientos en un común acuerdo, para que ayuden a integrar y
mejorar las condiciones de una región ante los cambios abruptos del entorno
mundial bajo geopolíticas mutantes.

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